Madrid, 23 dic.- La Audiencia Nacional ha condenado a penas de entre 5 y 21 años de cárcel a cuatro serbios por integrar la organización criminal Tigres de Arkan, aunque absuelve a su supuesto cabecilla Luka Bojovic de asesinar a un compatriota en Madrid en 2009 y tirar luego su cuerpo descuartizado al río Manzanares.
La sentencia impone 18 años de cárcel a Bojovic, considerado el inductor del asesinato del que fue primer ministro serbio Zoran Djindjic en 2003, así como 21 a Vladimir Milisavljevic -supuesto autor material de la muerte del dirigente-; 15 a Sinisa Petric y 5 a Vladimir Mijanovic, por delitos de encubrimiento, depósito de armas, falsedad e integración en organización criminal.
Sin embargo, la sala absuelve a Bojovic del delito de organización criminal en calidad de director y del asesinato que se le imputaba por matar a martillazos, descuartizar y triturar en 2009 en Madrid a su compañero Milan Jurisic, cuyos restos se arrojaron al río Manzanares.
Le absuelve del asesinato porque, dadas las declaraciones testificales que se produjeron en el juicio, el tribunal no puede atribuir de forma inequívoca a Luka Bojovic la muerte de Milan Jurisic, "existiendo otra posible dirección a la que apuntan los resultados de las pruebas practicadas".
La Sala declara probado que entre las nueve y media y las diez de la noche del 5 ó el 6 de marzo de 2009, en una vivienda situada en la calle del Lago Salado de Madrid, se produjo la muerte violenta de Jurisic a manos de uno de los ocupantes del inmueble mediante repetidos golpes en la cabeza efectuados con un martillo que determinaron su fallecimiento.
Añade que los ocupantes de la vivienda eran además de Jurisic, Bojovic, Mijanovic y Milisavljevic, así como un preso en Serbia que no está acusado por este hecho.
Para la Sala no resulta probado que el autor del asesinato fuese Luka Bojovic en contra del criterio de la Fiscalía, que mantuvo en el procedimiento que le mató por su carácter provocador.
La sentencia sí condena a Milisavljevic por encubrimiento del hecho ya que explica que a finales de abril de 2010, antes de abandonar la vivienda arrendada, realizó obras de reforma consistentes en cambio de suelos, pintura y sustitución del mobiliario, del frigorífico y del inodoro del cuarto de baño "para eliminar vestigios".
Para la Audiencia resulta probada también la pertenencia de los acusados a una organización criminal asentada y actuante en España.
Relata que de las investigaciones policiales se desprende que Mijanovic se desplazó el 8 de febrero de 2012 desde Las Palmas de Gran Canaria a Madrid, desde donde viajó en AVE hasta Valencia, donde se reunió con los otros tres acusados.
Explica que el seguimiento a estos acusados vino determinado por informaciones policiales que apuntaban a la presencia en España de Bojovic, sobre quien pesaba una orden internacional de detención dictada por Serbia por homicidio del primer ministro de aquel país en 2003.
Además se le impusieron otras condenas en su país, del que se encuentra fugado, por asesinato, tráfico de seres humanos, drogas y armas y prostitución, y está investigado en países como Suiza, Rumanía, Holanda y Estados Unidos.
La sentencia explica que consta que uno de los hombres de su confianza era Mijanovic.
En el registro de uno de los domicilios de Valencia usados por los acusados se intervinieron doce pistolas, una de ellas considerada arma de guerra prohibida a particulares, una escopeta, un llavero-pistola, cinco silenciadores y gran cantidad de cartuchos.
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