Este comité viajó a Grecia en abril de 2015 para evaluar si las recomendaciones que realizara en anteriores informes, en 2011 y 2013, habían sido puestas en práctica, no obstante, constató que la situación más bien había empeorado.
"La situación en las prisiones (griegas) se ha vuelto crítica y son necesarias medidas urgentes" frente a la sobrepoblación y a una falta crónica de personal en la mayoría de los establecimientos, subrayan los expertos.
Además de realizar otras observaciones, el comité es muy crítico con la policía griega. Por lo tanto, demanda a las autoridades que reconozcan plenamente el "problema tan repandido y profundamente enraizado de los malos tratos perpetrados por la policía", y recomienda instalar sistemas de grabación de audio o video durante los interrogatorios policiales a los detenidos.
El tratamiento brindado a los extranjeros en situación irregular tampoco quedó fuera de este informe. El comité denuncia que muchos refugiados son tratados "sobre todo por su aspecto como sospechosos de crímenes", reafirmando que los migrantes irregulares deben ser retenidos en los centros específicos para este cometido.
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