Conservadores y laboristas forman un gobierno de coalición para afrontar la crisis

  • Dublín.- El conservador Fine Gael, ganador de las elecciones irlandesas, y el Partido Laborista acordaron hoy formar un gobierno de coalición para hacer frente a una de las épocas "más negras en la historia de nuestro estado independiente".

Conservadores y laboristas forman un gobierno de coalición para afrontar la crisis
Conservadores y laboristas forman un gobierno de coalición para afrontar la crisis

Dublín.- El conservador Fine Gael, ganador de las elecciones irlandesas, y el Partido Laborista acordaron hoy formar un gobierno de coalición para hacer frente a una de las épocas "más negras en la historia de nuestro estado independiente".

Ambas formaciones han acordado un programa de gobierno, un documento de 64 páginas, fruto de seis días de negociaciones y que fue aprobado hoy por una amplia representación de sus miembros en reuniones celebradas en Dublín.

El futuro "Taoiseach" (primer ministro), el conservador Enda Kenny, y el líder laborista, Eamon Gilmore, se comprometen así a compartir Ejecutivo para lograr uno de sus objetivos prioritarios, renegociar los términos del rescate a Irlanda por parte de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), valorado en 85.000 millones de euros.

Para ello, se creará uno nuevo Departamento de Economía con dos ministros, uno con competencias sobre política presupuestaria, fiscal y bancaria y otro que supervisará la reforma del sector público irlandés y gasto el Estado.

Ambos titulares formarán parte, junto a otros dos miembros de cada partido, de una especie de "Consejo Económico" dentro del gabinete de gobierno, con poderes absolutos para marcar la dirección de la política económica nacional, razón por la que los medios irlandeses lo califican ya de "Súper Ministerio".

Durante las negociaciones, conservadores y laboristas han ido cediendo en sus posturas, recogidas en sus respectivos manifiestos electorales, hasta encontrar un punto de encuentro respecto a asuntos relaciones con el rescate de la UE y el FMI.

Los dos organismos internacionales ven prioritario que Irlanda avance en el saneamiento de su sistema bancario y vaya introduciendo medidas encaminadas a reducir el déficit público hasta el 3 % del Producto Interior Bruto en 2014, en línea con las directrices de Bruselas.

El FG y los laboristas se comprometen a lograr ese objetivo en 2015, un año más tarde de lo fijado por la UE y el FMI, pero doce meses antes de lo que quería Gilmore y su equipo negociador.

Kenny veía factible cumplir con ese punto a través de una política de fiscalidad baja y la aplicación de un severo programa de recortes del gasto social, mientras que Gilmore abogaba por un enfoque que combine ambas medidas y suavice el impacto de la crisis en las clases más desfavorecidas.

Los conservadores también querían reformar el sector público a través de la eliminación de 30.000 puestos de funcionarios para 2014, cifra que los laboristas han rebajado hasta los 21.000 durante los próximos dos años y 5.000 más a partir de 2015.

También trabajarán para acometer la reforma del sistema político nacional, que prevé la reducción del tamaño de la Cámara Baja, lo que afectará también a los salarios, gastos y dietas de los diputados, y la convocatoria de un referéndum sobre la abolición del Senado.

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