Barómetro del CIS

La mayoría de los españoles esperaría para vacunarse hasta saber sus efectos

Quienes se inyectarían la vacuna contra el Covid inmediatamente suponen poco más de un 30% de los encuestados. Además, los ciudadanos creen que los jóvenes están siendo los más indisciplinados.

vacuna coronavirus
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DPA vía Europa Press

Los posibles efectos que puedan generar sobre el organismo las futuras vacunas contra el coronavirus preocupan a los españoles. Por eso, una mayoría de ellos optaría por esperar a inyectarse las dosis hasta conocer bien qué efectos secundarios puede conllevar en lugar de vacunarse inmediatamente. Así lo refleja la última encuesta del CIS sobre los efectos y consecuencias de la pandemia, en la que se plantean varias cuestiones sobre relaciones sociales o temores en plena crisis sanitaria. Y en la que queda claro que los ciudadanos consideran que los jóvenes están siendo los más indisciplinados a la hora de cumplir las medidas de protección y las restricciones.

Según este barómetro especial, para el que se realizaron más de 2.000 entrevistas en el periodo que va del 23 al 26 de noviembre, hasta un 55,2% de los encuestados admite que preferiría esperar a conocer los efectos de las vacunas diseñadas por Pfizer, Moderna o CureVac que se prevé estén disponibles en los primeros meses de 2021. El grupo de los más optimistas, los que se vacunarían inmediatamente, lo conforman un 32,5% de los participantes. Además, hay un 8,4% que asegura que no estaría dispuesto a permitir que le suministraran las dosis correspondientes en ningún caso. Lo que muestra, siempre según los datos del CIS, que hay una mayoría que no está convencido de que la vacuna, que se ha desarrollado en un tiempo récord, sea realmente segura.

La cosa cambia cuando se pregunta a los sondeados si estarían dispuestos a inmunizarse por recomendación de su médico o para evitar el riesgo de contagiar a un familiar cercano. En este caso, una mayoría del 59,6% se muestra dispuesta a vacunarse inmediatamente. Pero aún queda un 26,2% que rechazaría prestarse al pinchazo incluso en los escenarios descritos anteriormente. Unas circunstancias muy diferentes a pesar de que la mayor parte de los consultados por el CIS, que suponen hasta el 82,9%, señala que se ha informado últimamente de los avances de las vacunas que desarrollan varias farmacéuticas y empresas de bioquímica.

Los jóvenes, señalados

Otra de las preguntas que ha planteado la institución que dirige José Félix Tezanos tiene que ver con el cumplimiento de las normas de protección para la ciudadanía. La mayoría lo tiene claro: los jóvenes son los más indisciplinados en este sentido, según denuncia hasta un 62,4%. Una crítica contra los grupos de los que forman parte adolescentes o universitarios que ha sido constante desde que comenzó la desescalada, al acusarles de que participaban en fiestas o botellones sin cumplir directrices básicas como la distancia de dos metros o llevar mascarilla. La mala consideración hacia ellos es tal que los segundos 'peores', los que tienen edades intermedias, solo son tachados como tal por un 4,7%.

El otro asunto que tienen claro quienes forman parte de la muestra de la encuesta es que no quieren que se repita el confinamiento domiciliario de la primera ola de coronavirus. El 63,1% rechaza por completo esa posibilidad, que algunas comunidades autónomas pusieron sobre la mesa en los peores momentos de la segunda ola del virus. Una propuesta que sería aceptada por el 27% de los encuestados. También hay aval mayoritario a la duración de seis meses del estado de alarma, que es apoyada por un 57,2% entre los que están muy de acuerdoo bastante de acuerdo. En el otro lado hay un 33,2% que no respalda esta norma, que fue aprobada por el Congreso a finales de octubre.

Inquietud por los mayores

El impacto que ha tenido la Covid-19 sobre los ancianos también es algo que destaca el CIS en este barómetro. La mayoría de ciudadanos admiten que están muy o bastante preocupados por la posición en la que están los mayores a causa del virus, que se ha cebado con las generaciones que integran. El motivo principal tiene que ver con la posibilidad de que enfermen o fallezcan tras infectarse, como destaca un 56,2%. Pero también inquieta (y mucho, hasta a un 45,3%) el aislamiento y la soledad que sufre la mayoría en aras de proteger su salud. La tercera razón para que preocupe la situación de estos grupos de población es la falta de contactos sociales de la que disponen debido a las restricciones, como afirma el 23,3%.

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