Cuba juzga a dos directivos de una empresa británica acusados de corrupción

  • Un tribunal de La Habana comenzó hoy un juicio contra dos directivos de la firma británica Coral Group acusados de corrupción, en la segunda vista por este tipo de delitos con empresarios extranjeros en el banquillo que se celebra en Cuba en una semana.

La Habana, 30 may.- Un tribunal de La Habana comenzó hoy un juicio contra dos directivos de la firma británica Coral Group acusados de corrupción, en la segunda vista por este tipo de delitos con empresarios extranjeros en el banquillo que se celebra en Cuba en una semana.

Los empresarios Amado Fakhre y Stephen Purvis son los principales acusados del juicio que comenzó a puerta cerrada en el Tribunal Municipal "Diez de Octubre" de la capital cubana, donde además fueron citados otros seis imputados.

Se trata de Teovaldo Cruz, Rosalía Marina Peraza, Antonio Jesús Pereda Rodríguez, Ismael Mario Zenea y Roberto Gustavo Domínguez, al parecer todos cubanos y cuyos cargos o relación con Coral Group no han sido precisados.

Los encargados de la sala llamaron hoy a comparecer además a un grupo de doce testigos y permitieron la entrada a la vista de familiares, amigos y compañeros de trabajo de los acusados, según pudo constatar Efe.

Asimismo, se presentaron en el Tribunal funcionarios de la embajada británica en La Habana.

El inicio de esta vista tiene lugar tan solo una semana después de que las autoridades cubanas enjuiciaran al empresario canadiense Sarkis Yacoubian, acusado de corrupción y pendiente de recibir sentencia.

Ambos procesos han estado rodeados del total hermetismo de las autoridades de la isla y de los medios oficiales de comunicación.

Según dijeron a Efe fuentes cercanas al caso de los empresarios británicos, Fakhre fue detenido a finales de 2011, está acusado de delitos económicos como cohecho y tráfico internacional de divisas y la fiscalía cubana pide para él una condena de 8 años de prisión.

De acuerdo con la misma fuente, Purvis fue arrestado algunos meses después que Fakhre y el ministerio público cubano pide para él tres años de cárcel.

La empresa británica Coral Group, que opera en Cuba desde hace 16 años, desarrollaba, entre otros, negocios relacionados con el turismo, en particular proyectos de campos de golf, la gestión del céntrico hotel habanero Saratoga y un fondo de inversión.

La lucha contra la corrupción es una de las banderas del Gobierno que preside Raúl Castro, que ha emprendido una batalla para combatir esos delitos tanto en empresas estatales como mixtas (con participación extranjera).

En los últimos años los tribunales cubanos han procesado a varios funcionarios de la isla por diversos delitos económicos y una de las últimas condenas sonadas se emitió en 2012 con penas de entre 4 y 12 años de cárcel para doce directivos de una firma estatal de la industria del níquel.

Los delitos de corrupción más frecuentes en Cuba son el soborno, el fraude, la evasión fiscal y el tráfico de influencias, según declaró el año pasado la contralora general de Cuba, Gladys Bejerano.

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