De la torre responsabiliza a blesa de las tarjetas y dice que las llamaba `black´ porque eran “neutrales” para hacienda


El ex secretario general de Caja Madrid Enrique de la Torre responsabilizó de la operativa y la decisión de entregar tarjetas opacas a los consejeros de la entidad al que fuera presidente de la caja Miguel Blesa y al director financiero Ildefonso Sánchez Barcoj y explicó al juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, ante el que declaró hoy como imputado, que llamaba “black” a este sistema retributivo en sus correos electrónicos porque eran plásticos “neutrales para Hacienda”.
El magistrado toma a partir de hoy declaración a otros 37 imputados por el presunto uso fraudulento de las tarjetas `black´, por el que ya ha tomado declaración a 27 consejeros y directivos de Caja Madrid.
Andreu les tomará declaración este lunes, el jueves y el viernes. En la primera jornada ha escuchado a 11 y en las dos restantes a 13 por jornada. Entre los citados está el ex secretario general de la entidad Enrique de la Torre, señalado por la gran mayoría de los que ya han declarado como la persona que les entregó la tarjeta y les informó de las condiciones de uso. Gastó con su tarjeta 304.818 euros.
De la Torre explicó ante el juez que la tarjeta que tenían todos los consejeros era para gastos de representación, mientras que aquellos que tenían dos, contaban con una segunda que podía ser usada para gastos personales, sin acreditar los pagos y con límites de gasto entre 25.000 y 50.000 euros, según indicaron fuentes jurídicas.
Insistió en desviar cualquier responsabilidad sobre la entrega y límite de gasto en las tarjetas, que atribuyó al presidente de la entidad Miguel Blesa y sobre la “operativa”, que atribuyó a Sánchez Barcoj. Reconoció haber entregado varias de esas tarjetas a sus destinatarios, pero se presentó como un simple intermediario.
Según ha dicho, la tarjeta de uso personal tenía la consideración de un complemento retributivo y su mismo tratamiento fiscal. Para explicar por qué llamó `black´ a estas tarjetas en sus correos electrónicos, el exdirectivo dijo que uso ese término por tratarse de elementos “neutrales a efectos del IRPF” y no debían ser incluidas en la declaración de la renta.
El fiscal ha reprochado a De la Torre el secretismo sobre el sistema retributivo de los directivos de la caja cuando “debería ser transparente”, a lo que el directivo respondió que con los asuntos relacionados con las retribuciones había que ser discreto por tratarse de “un tema sensible, delicado” y que debe ser “privado”.
“¿LE PARECIÓ NORMAL?”
El juez Andreu preguntó a De la Torre si le parecía “normal” recibir esta forma de pago sin que estuviera documentado ni contemplado en su contrato, a lo que respondió que en “ningún momento le pareció irregular”. “No le he preguntado eso, le pregunto si le pareció normal”, le espetó el magistrado. “Si, me pareció normal”, contestó De la Torre.
Tampoco ha podido explicar claramente por qué usaba su tarjeta de uso personal para pagar gastos de representación, según los datos que obran en la instrucción, a lo que el directivo dijo que la usaba en caso de gastos dudosos de ser privados o de trabajo.
El fiscal no ha pedido fianza para ninguno de los imputados que comparecieron hoy ante el juez. El exconsejero Pablo Abejas (246.700 euros), afirmó en su declaración que las tarjetas “contaban con todas las bendiciones” de la cúpula de la caja, que siempre estuvo convencido de la legalidad del sistema y que la entidad se encargaba de todo lo relativo a la fiscalidad.
Salvo Francisco José Mouré, todos los citados hoy han dicho que la tarjeta que recibieron era libre disposición, que era para gastos personales con un límite mensual y anual, y que no les permitían hacer extracciones de dinero en efectivo.
Preguntados por la razón de que no agotaran los límites de pago si se trataba de una retribución más, justificaron que llevaban los apuntes contables a mano y tratando de no superar el crédito asignado y que a veces no llegaban al límite pese a que trataban de agotarlo.
Además de los ya citados hoy declararon Rubén Tomás Cruz Orive (nombrado a propuesta de IU, que gastó 233.700 euros), Miguel Ángel Araujo (propuesto por el PP y 212.900 euros), Antonio Rey de Viñas (CCOO y 191.500 euros), Antonio Cámara (propuesto por el PP y 178.000), Javier de Miguel (propuesto por el PP y 172.700 euros), Ángel Eugenio Gómez de Pulgar (propuesto por el PSOE y 149.700 euros), Juan Gómez Castañeda (secretario de la Comisión de Control y 128.100 euros), Francisco José Moure (propuesto por el PP y 127.300 euros) y Francisco José Pérez Fernández (propuesto por el PSOE y 122.600 euros).
Tanto Rey Viñas como Javier de Miguel aseguraron al magistrado que sabían que los gastado con sus tarjetas no estaba incluido en su certificado de haberes, pero interpretaron que la caja tendría solucionado ese aspecto.
Por su parte, Antonio Cámara preguntó a la entrega de la tarjeta por los aspectos fiscales que podrían afectarle, a lo que le respondieron que existía un acuerdo con el Banco de España y la Agencia Tributaria. Igual argumento le dieron a Gómez del Pulgar.
Otro de los imputados citados hoy, el exdirectivo nombrado a propuesta del PP Miguel Ángel Araujo fue objeto de persecución y acoso por un grupo de preferentistas que le esperaban a la salida de la Audiencia. Le llamaron “bandido”, “ladrón” y le gritaron que “los de las tarjetas, sois peor que ETA”. El imputado les respondió: “Yo les entiendo”.
ACOSO DE PREFERENTISTAS
Araujo, que gastó un total de 212.900 euros con su tarjeta salió a pie de la Audiencia Nacional tras declarar ante el juez Fernando Andreu. A preguntas de los periodistas, se reafirmó en las manifestaciones públicas que ha hecho en medios de comunicación afirmando que las tarjetas podían ser usadas para gastos personales.
Identificado por un grupo de unos treinta preferentistas comenzó una persecución que duró alrededor de cinco minutos. Araujo subió a pié por la calle Prim, y ya en la esquina fue alcanzado por los manifestantes que le dedicaron insultos y cancioncillas y compararon a los beneficiarios de las tarjetas con ETA.
Trataron de zarandearlo y de golpearle con las pancartas. Uno de ellos se hizo incluso con una tubería de una obra cercana y otro trató de emplear una papelera como arma, hasta que un grupo de policías impidieron la agresión. El exconsejero siguió dando la vuelta a la manzana hasta llegar al Paseo de Recoletos con la calle Almirante. Justo en esa esquina hay una sucursal de Bankia, donde los manifestantes le sugirieron que sacara “algo de dinero”.
Tras advertir en voz alta “yo no soy de Bankia”, Araujo se dirigió a los preferentistas y les dijo que les entendía. Después tomó un taxi. Andreu toma a partir de hoy declaración a otros 37 imputados por el presunto uso fraudulento de las tarjetas `black´, por el que ya ha tomado declaración a 27 consejeros y directivos de Caja Madrid.

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