Atrás quedaron los tiempos en que el Ejército se enfrentaba a verdaderos problemas para cubrir las vacantes de tropa y marinería por falta de aspirantes preparados. La situación ahora es precisamente la contraria. El Ministerio de Defensa ha convocado este año 3.520 puestos de ingreso en las Fuerzas Armadas repartidos en dos procesos de selección, lo que ha convertido al departamento que dirige Pedro Morenés en el mayor ofertante de empleo de la Administración pública en 2014.
La abultada convocatoria ha provocado una verdadera avalancha de solicitudes. Más de 72.000 personas han llamado a las puertas del Ejército para alistarse, aunque solo 57.402 han superado los requisitos mínimos para poder examinarse, un 45% más que el año pasado.
Dicho de otro modo, hay 16 aspirantes por cada plaza. Para gestionar el volumen de candidaturas, Defensa abrió este año dos ciclos de acceso a las escalas de tropa y marinería. El primero, al que se presentaron 31.201 personas, se cerró el pasado 6 de junio con la asignación de las 2.000 primeras vacantes. El segundo acaba de iniciarse. La próxima semana, 26.201 aspirantes se examinarán para cubrir 1.520 nuevos puestos en el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire. En este segundo ciclo también ingresarán 70 efectivos en la Guardia Civil y 400 en cuadros de mando. En total, la mayor convocatoria de empleo público del año suma 3.990 plazas.Siete de cada diez, al Ejército de Tierra
El Ejército de Tierra será el destino de más del 68% de los nuevos efectivos, seguido de la Armada, a la que accederá alrededor del 18% de quienes superen las pruebas de selección, mientras que al Ejército del Aire se unirá solo el 9%. El resto de las vacantes se distribuyen entre el instituto armado y los denominados Cuerpos Comunes, que integran al Cuerpo Jurídico Militar, el Cuerpo Militar de Sanidad y el Cuerpo de Músicas Militares.
El llamamiento del Ministerio a la incorporación de 3.520 reclutas busca elevar el número de militares con que cuentan las Fuerzas Armadas para situarlo cerca de los 79.000 efectivos que el Gobierno fijó como límite en el Boletín Oficial del Estado del pasado 8 de febrero.
Durante los últimos años, los recortes presupuestarios han provocado que las dimensiones reales del Ejército español sean mucho menores al no haberse producido el relevo completo de las bajas. El año pasado, Defensa abrió un solo ciclo de selección para incorporar a 1.500 soldados después de anular las convocatorias de 2012, una circunstancia que no se había producido nunca desde la supresión del servicio militar obligatorio en 2001.
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