Defensor del pueblo Bolivia pide medidas drásticas para frenar linchamientos

  • El defensor del pueblo de Bolivia, Rolando Villena, reclamó hoy "medidas drásticas" para frenar los linchamientos, después de que muchedumbres furiosas acabaran con la vida de seis personas en la última semana en el país andino.

La Paz, 12 jul.- El defensor del pueblo de Bolivia, Rolando Villena, reclamó hoy "medidas drásticas" para frenar los linchamientos, después de que muchedumbres furiosas acabaran con la vida de seis personas en la última semana en el país andino.

Villena, a través de un comunicado, se mostró especialmente preocupado ante el incremento de torturas y asesinatos en la zona del Chapare (centro), donde esta semana fueron recuperados los cuerpos de tres jóvenes, uno de ellos menor de edad, que supuestamente fueron linchados por un presunto robo.

"Solo hemos alcanzado a constar que los tres individuos (...) fueron torturados y asesinados en medio de inimaginables sufrimientos", señala la nota.

La Defensoría asegura que con este caso son ya diez los linchamientos ocurridos en esa zona de Bolivia desde el año pasado y por los cuales, hasta donde se conoce, "no existe ningún procesado y menos detenido".

"La sociedad se limita a relatar los hechos, sumar los casos y dejarse llevar por el miedo, la perplejidad y hasta la complicidad", condenó el defensor del pueblo.

Asimismo, consideró que la persistencia de estos delitos "se trata a todas luces de una situación de emergencia y de gravedad extrema que demanda una acción inmediata de la Policía boliviana y los organismos de inteligencia" para identificar, detener y procesar a los responsables.

Villena, que ha pedido a las autoridades un informe sobre los linchamientos, exigió "que se cumpla la Ley, se investiguen los hechos y se asuman medidas drásticas, no solamente en este caso, sino en todos los que aún permanecen en la impunidad".

En la última semana, seis personas fueron linchadas en Bolivia por turbas que les acusaban de ser ladrones.

Las autoridades encontraron hace unos días en una localidad del centro del país los cadáveres de tres jóvenes, uno de ellos menor de edad, que supuestamente fueron ajusticiados por pobladores de la zona tras presuntamente tratar de robar una motocicleta.

También este mes, otros tres hombres fueron linchados por comunarios del departamento de La Paz que los acusaban de ser, supuestamente, ladrones de ganado, y que tras matarlos quemaron sus cadáveres.

Los linchamientos de supuestos delincuentes en Bolivia ocurren con frecuencia y, según advirtieron los juristas, muestran que en el país rige una pena de muerte de facto aplicada por muchedumbres.

Las turbas siempre argumentan que aplican la llamada justicia comunitaria indígena, reconocida en la Constitución promulgada en 2009, que no establece ni ampara la pena de muerte ni los castigos físicos.

Tanto las autoridades bolivianas como organismos internacionales, entre ellos la ONU, mostraron su preocupación por estos actos que la Policía no ha logrado frenar, ya que muchos tienen lugar en zonas rurales en las que apenas hay agentes que puedan enfrentarse a las muchedumbres furiosas.

Según organizaciones de defensa de los derechos humanos, en Bolivia se producen entre diez y veinte casos de linchamiento consumados cada año y una cifra mayor de intentos.

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