Demòcrates de Catalunya celebra este lunes el primer año de su fundación con el reto de consolidarse como una formación política que obtenga representación en el Parlament y en los ayuntamientos catalanes cuando se celebren las respectivas elecciones.
Así lo han explicado fuentes del partido a Europa Press, que consideran que han superado la etiqueta de ser solo los "ex de Unió" y han evolucionado en su discurso y a la hora de afianzar su despliegue territorial.
Fue el 7 de noviembre de 2015 cuando celebraron su congreso constituyente en Cornellà de Llobregat (Barcelona), después de que Unió expedientara meses atrás a algunos de sus más destacados militantes por defender la independencia, como la expresidenta del Parlament Núria de Gispert, y otros nombres como Antoni Castellà, Assumpció Laïlla, Mercè Jou, Elena Ribera, Joan Recasens, Josep Martorell y Marta Vidal.
El partido nació con la misión de recoger la herencia soberanista de Unió y tuvo desde el primer momento el apoyo explícito del PDECAT --entonces CDC-, con el que conviven en el grupo parlamentario de JxSí, donde también está ERC.
Ahora afrontan el reto de crecer y conseguir representación en la Cámara catalana y en los ayuntamientos, y por ello se están preparando, con iniciativas que esperan que den frutos en breve, para estar listos de cara a unos comicios catalanes --sean constituyentes o no-- y las municipales de 2019.
También se preparan para iniciar, a partir de enero o febrero del año que viene, procesos de primarias de candidatos municipales teniendo en cuenta que serán abiertas a la ciudadanía.
A la espera de celebrar un Consell Nacional el sábado 26 de noviembre, el partido sitúa el referéndum como uno de sus ejes principales y pide, en consecuencia, reunir a la mesa de partidos y entidades para diseñar ya la 'campaña del sí' para ganarlo.
DIFERENCIAS
El momento más delicado de partido en este primer año fue la decisión del expresidente del Parlament Joan Rigol de dejar en octubre la presidencia del Consell Nacional de Demòcrates de Catalunya al no entender porque le reprocharon haber participado en un acto de campaña del candidato de CDC a las generales del 26 de junio, Francesc Homs.
Demòcrates negoció una candidatura conjunta con CDC y otros partidos para esas generales y, al no prosperar, anunció que no haría campaña con nadie, de ahí que la dirección no entendiera que Rigol hiciera campaña con los convergentes.
En relación con el PDECAT, el partido le acusó de usurparle el nombre de Demòcrates cuando los entonces convergentes intentaron inscribirse como Partit Demòcrata de Catalunya, lo que creó un conflicto entre ambas formaciones que finalmente se apaciguó.
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