Denuncian que la "represión sangrienta" de Sudán causó 170 muertos

  • La International Federation for Human Rights (FIDH) denunció hoy la "represión sangrienta" de las protestas por parte de las fuerzas de seguridad de Sudán, donde en la última semana al menos 170 personas han muerto, centenares han resultado heridas y 800 han sido arrestadas.

Nairobi, 1 oct.- La International Federation for Human Rights (FIDH) denunció hoy la "represión sangrienta" de las protestas por parte de las fuerzas de seguridad de Sudán, donde en la última semana al menos 170 personas han muerto, centenares han resultado heridas y 800 han sido arrestadas.

Por ello, ha pedido a la Unión Africana que envíe una misión urgente para investigar las acciones de las fuerzas de seguridad sudanesas sobre la población civil.

También denunció que periódicos y medios de comunicación han sido suspendidos o censurados, al tiempo que miembros de la oposición política, activistas y periodistas han sido detenidos

La FIDH y su filial en Sudán, African Centre for Justice and Peace Studies (ACJPS), condenaron estos "asesinatos y serias restricciones a los derechos y libertades fundamentales por parte de las autoridades sudanesas".

La organización instó a la Unión Africana a investigar estas "violaciones de los derechos humanos".

"La comunidad internacional con frecuencia ha dado respuestas inadecuadas a las serias violaciones de los derechos humanos en Sudán. La Unión Africana debe dar un paso adelante y responder a la crisis actual enviando urgentemente una misión de investigación", declaró el presidente de FIDH, Karim Lahidji.

Las protestas comenzaron el pasado 23 de septiembre contra la eliminación de los subsidios gubernamentales a los carburantes, pero los lemas han derivado en ataques directos contra el Gobierno y Al Bashir, en el poder desde 1989.

Mientras que el Ministerio del Interior ha reconocido hasta el momento una treintena de víctimas mortales, la ACJPS ha confirmado la muerte de 170 personas desde el inicio de las protestas.

Esta organización también ha comprobado que las fuerzas de seguridad e inteligencia sudanesas "han utilizado una fuerza excesiva y desproporcionada, incluyendo munición real y gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes.

La mayor parte de las muertes fueron consecuencia de disparos en el torso y la cabeza.

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