Madrid.- El "espacio polivante autogestionado" Patio Maravillas, en el barrio de Malasaña, ha sido desalojado esta mañana sin incidentes en una intervención de la Policía Nacional que ha durado unos minutos y que ha puesto fin a dos años y medio de actividad "social y cultural".
La intervención policial, en cumplimiento de una orden del Juzgado de Instrucción número 48 de Madrid, comenzó a las nueve de la mañana y duró unos minutos, en medio de un fuerte dispositivo policial desplegado en los alrededores de este "centro social okupado", situado en el número 8 de la calle del Acuerdo.
Un área formada por varias manzanas de casas alrededor de este edificio estuvo acordonada durante más de tres horas por agentes de la Policía Nacional, que sólo permitieron el acceso a la zona a los residentes que lo acreditaban mostrando su Documento Nacional de Identidad (DNI).
Un portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid ha informado a Efe de que en la operación han participado efectivos de la Unidad de Intervención Policial (UIP) -antidisturbios- y que el dispositivo montado para llevar a cabo el desalojo "por orden judicial" ha sido "acorde a la intervención" para evitar cualquier incidencia en el orden público y garantizar que el desalojo se llevara a cabo "con normalidad".
Según ha relatado Antonio García, portavoz del Patio, en una improvisada rueda de prensa realizada en la calle, a un centenar de metros del edificio y tras un cordón policial, la policía no ha forzado la puerta del inmueble sino que ha aprovechado para entrar el momento en que salía una de las personas que habían pasado allí la noche.
"Es decir -ha indicado el portavoz- de la manera más fácil y con el menor riesgo para ellos".
Desde que hace un mes y medio se comunicó la orden de desalojo, entre 10 y 15 personas pasaban las noches en el edificio para tratar de evitar su cumplimiento, aunque desde primera hora de la mañana casi todos salían a trabajar, ha explicado García, que ha añadido que, "frente a lo que intentan decir, no somos vagos ni maleantes sino que la mayoría tenemos trabajo".
Concluido el desalojo de las tres personas que se encontraban en el Patio, los integrantes del colectivo han negociado con la Policía acceder al mismo en grupos de cuatro para sacar las "cosas de valor", como ordenadores, equipos de sonido y material que utilizaban en los diferentes talleres que impartían.
Mientras, varias decenas de "colaboradores, usuarios y amigos", muchos de ellos avisados por algunos de los 2.000 mensajes de móvil enviados a primera hora de la mañana mediante un "sistema de alerta" preparado hace tiempo, se han concentrado en la confluencia de las calles Acuerdo y Quiñones para mostrar su "solidaridad" con el centro.
Los concentrados han desplegado una pancarta con el lema "En Madrid no se especula, el Patio vive" y han coreado gritos como "un desalojo, otra okupación", "diez, cien, mil centros sociales", "el Patio vive, vive, la lucha sigue, sigue" y "espe, espe, especulación".
La desocupación de este inmueble, un antiguo colegio abandonado, fue ordenada hace meses por el Juzgado de Instrucción número 48 de Madrid e intentó llevarse a cabo el 22 de enero de 2009, pero la acción se pospuso hasta nueva orden judicial por falta de medios y seguridad.
Tras varios meses de negociaciones con el Ayuntamiento de Madrid, el pasado 12 de noviembre los colectivos que gestionan el Patio Maravillas explicaron que el desalojo era "inminente", ya que el proceso judicial que paralizaba una orden de desalojo anterior se daba por finalizado.
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