Desarticulada en Sevilla una red que explotaba a rumanos en tareas agrícolas

  • La Policía Nacional ha desarticulado en Sevilla una organización criminal dedicada a captar, trasladar y explotar a ciudadanos rumanos que trabajaban en tareas agrícolas en condiciones cercanas a la esclavitud y que vivían hacinados en pisos en pésimas condiciones de habitabilidad.

Sevilla, 14 nov.- La Policía Nacional ha desarticulado en Sevilla una organización criminal dedicada a captar, trasladar y explotar a ciudadanos rumanos que trabajaban en tareas agrícolas en condiciones cercanas a la esclavitud y que vivían hacinados en pisos en pésimas condiciones de habitabilidad.

Los agentes han conseguido liberar a un total de quince personas y han detenido a cinco supuestos integrantes de la organización, entre los que se encuentra el cabecilla, según ha informado hoy la Policía en un comunicado.

La investigación se inició a raíz de varias denuncias interpuestas por ciudadanos rumanos, algunas de ellas tramitadas en Rumanía, en las que ponían en conocimiento de las autoridades que habían sido víctimas de una organización dedicada al tráfico de mano de obra y que habían sido captados y trasladados a Sevilla para trabajar en la agricultura en condiciones infrahumanas.

Los agentes especializados en este tipo de delitos, en colaboración de las autoridades rumanas y de la Inspección de Trabajo de Sevilla, realizaron las primeras diligencias a fin de comprobar la veracidad de estos hechos.

Con los datos obtenidos mediante las denuncias, los agentes localizaron a las personas que podrían estar detrás de esta trama de explotación de trabajadores extranjeros y se constató la existencia de un grupo organizado que podría estar dedicándose a esta actividad delictiva.

El cabecilla de la red era administrador de una empresa de servicios agrarios, y su esposa, testaferro de la sociedad.

Una tercera persona era la encargada de captar y trasladar a los trabajadores, mientras que otras dos ejercían el control sobre los mismos.

Una vez en España, los trabajadores eran trasladados a pisos de la organización en los que llegaban a convivir hasta dieciocho personas que pagaban a la organización elevadas cantidades de dinero en conceptos de alquiler y recibos de luz y agua.

Esto hacía que los 900 euros que ganaban los trabajadores menguaran hasta los tan sólo 200, según las fuentes.

En el momento de las detenciones, que se produjeron en una explotación agraria, los implicados presentaron a los agentes documentos de identidad falsos haciendo pasar a los trabajadores por otros ciudadanos rumanos con permisos de trabajo.

Los cinco implicados, todos ellos sin antecedentes policiales anteriores, fueron arrestados y puestos a disposición de la Justicia, y se decretó el ingreso en prisión del cabecilla de la red.

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