Desmantelada una banda que robaba camiones para desvalijarlos


La Guardia Civil ha desarticulado una red que se dedicaba dedicada al robo de camiones con mercancía. Los asaltantes usaban varios procedimientos para apoderarse de la carga, como hacerse pasar por policías o sobornar a los conductores de los camiones.
Según informó el Instituto Armado, en la llamada “operación Lou Lou” se ha detenido a 11 personas y se ha procedido al registro de 11 naves industriales en Madrid, Valencia y Navarra. En estas intervenciones se ha recuperado material valorado en un millón de euros.
A los detenidos se les imputan los delitos de hurto, denuncia falsa, estafa y receptación y se han esclarecido 19 hechos delictivos. En los registros se han localizado 32.000 botellas de bebidas; 68 palets con más de 100.000 latas de conservas; y un contenedor con jaulas de pájaros.
La banda también había cumulado 1.020 cajas de ropa, calzado, complementos, pequeños electrodomésticos y productos electrónicos; 2.828 paquetes de detergente; y dos lotes de perfume y gran cantidad de muestras de cosmética y perfumería. Asimismo, se han recuperado numerosos camiones, semirremolques, contenedores de transporte y gabarras sustraídos.
Los arrestados usaban tres procedimientos para dar sus golpes. Uno era hacerse pasar por policías; otro abordar a los camioneros en algún punto del trayecto; o, finalmente, que el transportista se ponía de acuerdo con un cómplice para que se hiciera cargo del transporte y la mercancía en algún punto previamente acordado y luego presentaba una denuncia simulando alguno de los supuestos anteriores.
DENUNCIA FALSA
La investigación comenzó en noviembre del pasado año, a raíz de una denuncia interpuesta por un camionero. Esta persona denunció el robo del camión que transportaba al ser interceptado, en la provincia de Burgos, por dos personas a bordo de un vehículo. Según el denunciante, estos asaltantes se identificaron como policías y le obligaron a introducirse en su vehículo mientras la otra persona se llevaba el camión.
Tras las primeras investigaciones, los agentes detectaron irregularidades en la denuncia presentada por el camionero, al comprobar que el vehículo no había salido de la localidad de Madrid. Se concluyó que había sido el propio denunciante el que había robado el vehículo con la carga y que contaba con un cómplice.
Días más tarde, la Guardia Civil recuperó el vehículo abandonado y vacío por lo que se procedió a la detención de esta persona y su cómplice como autores de los delitos de hurto y denuncia falsa.
Una vez que los agentes investigaron el destino de la mercancía desaparecida, se localizó en Madrid una empresa de almacenaje cuya actividad principal era la compraventa de objetos procedentes de subastas y liquidaciones, en la que no encajaba el volumen y variedad de la mercancía declarada, con la que realmente almacenaba.

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