Detenido un peligroso “bandolero” en la sierra de cádiz


La Guardia Civil ha detenido en la sierra de Cádiz a un peligroso delincuente que, como los antiguos bandoleros, se ocultaba en el monte tras robar ganado o amenazar a senderistas. El arrestado tenía, además, perros peligrosos y una plantación de marihuana.
Según informó la Benemérita, el arrestado era A.M.S.C., de 40 años, apodado como “El Lute”, a quien los vecinos de la sierra de Cádiz habían denunciando por sus actuaciones delictivas e intimidatorias.
En concreto, los vecinos habían denunciado que este “bandolero”, que vivía en una tienda de campaña, había protagonizado numerosos episodios de tropelías, vejaciones y robos de todo tipo, entre ellos de ganado. No obstante, muchas de estas acciones no habían sido denunciadas por las victimas por miedo a las represalias de esta persona, que era extremadamente violenta.
Al mismo tiempo, el detenido tenía perros de los considerados peligrosos y una plantación de marihuana con 23 plantas, con las que podría comerciar aparte de consumir. Sobre el detenido pesaba una orden de detención e ingreso en prisión del Juzgado de lo Penal número 3 de los de Oviedo (Asturias).
INTENTO DE HUIDA
El arresto de A.M.S.C. se produjo, finalmente, el pasado día 15 de abril. Más de 70 agentes de la Guardia Civil tomaron la zona en la que el ahora detenido se ocultaba en una tienda de campaña, que estaba instalada en una zona conocida como El Pontón, en la Sierra Margarita. Este lugar se encuentra próximo al sendero que comunica las poblaciones gaditanas de El Bosque y Benamahoma, en un lugar inaccesible y nada transitado.
Las investigaciones llevadas a cabo por los guardias civiles, durante meses de trabajo, desvelaron que en la zona de acampada, esta persona tenía varios perros de razas consideradas peligrosas, a los cuales había adiestrado para alertar la presencia de cualquier extraño. Además de esta circunstancia, la detención se dificultaba con el hecho de que esta persona conocía perfectamente la zona, usando cuevas para ocultarse tanto él como los efectos robados.
Cuando los agentes irrumpieron en su campamento el individuo intentó huir lanzándose al vacío desde unos tres metros a un arroyo, arrastrando en su caída a dos guardias civiles con los que forcejeaba, mientras se resistía a la detención.

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