Dieciséis heridos en choques entre policía y manifestantes por crisis de basuras

Miles de manifestantes se congregaron por la tarde en el centro de la capital libanesa para protestar contra la incapacidad del Gobierno para solucionar el problema de las basuras domésticas que se amontonan en las calles desde hace semanas.

La manifestación, convocada por el movimiento "Apestan", degeneró cuando un grupo la emprendió a botellazos y pedradas con las fuerzas de seguridad, que habían instalado barreras metálicas y alambradas para impedir que se acercaran al Parlamento, constató un fotógrafo de la AFP.

Unos manifestantes intentaron retirar las barricadas pero la policía empleó lacrimógenos y cañones de agua para dispersarlos. La policía golpeó a manifestantes y luego se oyeron tiros.

"Dieciséis heridos entre manifestantes y policías" fueron trasladados a hospitales, dijo a la AFP sin más precisiones un responsable de la Cruz Roja libanesa que requirió anonimato.

En un comunicado, las Fuerzas de Seguridad Interior (policía) señalaron 35 heridos en sus filas sin precisar la gravedad de los heridos y que también se habían registrado "heridos entre los manifestantes".

Por la noche, el ministro de Interior, Nuhad Machnuk, que se encuentra fuera del país, ordenó a las fuerzas policiales que cesaran los disparos de inmediato y anunció por televisión que quienes hayan disparado contra los manifestantes serán sancionados.

Las fuerzas de Seguridad Interior indicaron por la noche que todos los detenidos durante la manifestación fueron puestos en libertad por orden del ministro de Interior.

La campaña "Apestan" ha organizado varias manifestaciones estas últimas semanas para encontrar una solución global al problema de la recogida de basuras.

La crisis estalló a mediados de julio con el cierre por vecinos del vertedero de Naameh, a las afueras de Beirut. Abierto en 1997 con carácter transitorio, el basurero sigue activo 18 años más tarde.

El Parlamento, dividido y paralizado, no ha logrado votar una ley adecuada y el valle de Naameh, que debía tratar dos millones de toneladas de detritos, ha acabado recibiendo 15 toneladas.

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