La dimisión de una ministra en Italia pone en dificultades a Renzi

La ministra italiana de Desarrollo Económico, Federica Guidi, se vio obligada a dimitir por acusaciones de tráfico de influencias, lo que afecta la imagen del gobierno de Matteo Renzi, a dos meses de elecciones locales claves.

"Es una sombra moral que un gobierno como este no puede tolerar", comentó este viernes el analista político Stefano Folli en un editorial para el diario La Repubblica.

"Federica Guidi no tenía otra alternativa: tenía que renunciar", comentó por su parte Il Corriere della Sera.

La ministra anunció su renuncia el jueves por la noche después de que su compañero sentimental fuera acusado por un tribunal de tráfico de influencias y de haber favorecido a la firma de energía y petróleo francesa Total al ser informado con anticipación de cambios normativos.

Las acusaciones se basaban en escuchas telefónicas realizadas por las fuerzas de seguridad y publicadas por la prensa italiana.

"Estimado Matteo, estoy absolutamente segura de mi buena fe y de haber actuado correctamente. Creo, sin embargo, que por razones de conveniencia política debo renunciar al cargo", explicó Guidi en una declaración divulgada a la prensa.

El escándalo pone en peligro la credibilidad del gobierno de centro-izquierda que lidera Renzi, pregonero de la moralidad y sobre todo desprestigia su imagen de joven reformador.

"Ha sido una llamada telefónica inoportuna. Somos un gobierno diferente a los del pasado. Guidi renunció porque es una persona seria. Algo que no ocurría antes", comentó desde Estados Unidos el jefe de gobierno.

El caso estalló cuando la policía interceptó una conversación telefónica en la que Guidi le informaba a su socio y compañero sentimental, Gianluca Gemelli, de que el gobierno estaba por introducir una enmienda en los presupuestos generales que facilitaría su actividad empresarial.

El empresario del sector del petróleo fue acusado por la fiscalía de haber "sacado provecho" de la relación con la ministra para favorecer los intereses en Italia del grupo petrolero Total, entre las mayores multinacionales francesas.

Total opera en Italia en sectores como la química, la energía solar, la exploración y producción de petróleo así como refinerías y marketing.

La oposición aprovechó el caso para exigir la renuncia de Renzi.

"Este gobierno debe irse para la casa. Todo el ejecutivo es inadecuado", proclamaron los parlamentarios del Movimiento 5 Estrellas (M5), la formación antisistema del excómico Beppe Grillo.

La oposición de izquierda, la más radical, también ha criticado la actitud de Renzi y cuestiona su política en áreas claves, como bancos y energía.

El escándalo estalla además dos semanas antes de la celebración de un referéndum sobre la extracción de petróleo y gas natural en alta mar, que divide al país, y a dos meses de elecciones de alcaldes en importantes ciudades como Milán, Roma y Nápoles.

La oposición, dividida sobre cómo actuar ante el caso, pide que Renzi aclare ante el Parlamento el caso.

"Queremos conocer la estrategia energética de Italia y si el gobierno es independiente de cara a las grandes lobbys del petróleo", exigió Enrico Rossi, gobernador de Toscana (centro), candidato a ser secretario general del Partido Democrático, la formación de Renzi.

La única voz que se ha levantado para defender a la ministra saliente, fue la del magnate Silvio Berlusconi, víctima a su vez de escuchas telefónicas y conflictos de intereses por sus empresas durante sus varios mandatos.

"Divulgar conversaciones privadas es un ataque a la democracia", comentó.

ljm-kv/mb

Mostrar comentarios