Dinamarca, un modelo de lo social que aísla 21 días a sus sospechosos

  • Dinamarca, país democrático y con libertades sociales, ha mantenido incomunicado en la prisión de Copenhague durante 21 días al director de Greenpeace España, Juan López de Uralde, a la espera de un juicio. Durante todo este tiempo, sólo ha podido ver a sus abogados y al cónsul español en Dinamarca... hasta hoy. Esta mañana finalmente le han permitido recibir la visita de su mujer, Koro Castellanos, y uno de sus hermanos. En países como Reino Unido o España sería impensable una situación así.

21 días incomunicado en prisión preventiva. Esa es la "condena" a la que ya se está enfrentando Juan López de Uralde, el director de Greenpeace España, junto con otros tres activistas después de que el pasado 17 de diciembre se colaran en una cena de gala con 120 jefes de Estado en la Cumbre del Clima de Copenhague. La justicia danesa así lo permite, en España podría haber estado como mucho 72 horas encerrado e incomunicado.

Finalmente, las autoridades danesas han permitido a López de Uralde recibir esta mañana la visita de su mujer Koro Castellanos y uno de sus hermanos, a la espera de que el próximo 7 de enero la justicia de ese país se tenga que pronunciar y decidir si la policía debe continuar investigando y, en ese caso, determinar si concede la libertad provisional a los retenidos de Greenpeace.

¿Pero qué habría pasado si López de Uralde y sus compañeros hubieran llevado a cabo su acción de protesta en otro país del entorno?

La Unión Europea no establece ninguna normativa mínima sobre los procesos penales en sus países miembros, según el abogado y profesor de derecho de la Universidad de Navarra, Carlos Iribarren. Aún así, la abogada Covadonga Fernández y Miravalles aclara que es habitual aducir el riesgo de fuga para retener a un sospechoso que procede del extranjero: "en un estado europeo enseguida te achacan la falta de prueba de arraigo", lo que puede incluir que el acusado únicamente pueda hablar con su abogado.

En Francia, la prisión preventiva puede durar desde cuatro meses a 2 ó 4 años, dependiendo de la naturaleza del delito y de si el acusado es reincidente. En el país galo también se dan casos que pueden parecer desproporcionados. Fernández y Miravalles, abogada franco-española, cita el ejemplo de un conductor de autobús español que sufrió un accidente de tráfico fortuito en el que murieron diez personas, por lo que tuvo que permanecer en prisión preventiva durante cuatro meses.

El abogado de Greenpeace en España, José Manuel Marraco, ha insistido en declaraciones a Lainformacion.com en que la prisión preventiva de López de Uralde es "desmesurada, porque es una acción pacífica" que en España nunca se traduciría en una medida así. Y añade que la "prisión preventiva no puede ser una pena anticipada".

Iribarren le da la razón: "la legislación española es una de las más garantistas que hay en Europa y este señor habría salido a los dos días". Iribarren cita el ejemplo de un español que recientemente se vio envuelto en una pelea en la calle en el Reino Unido en la que una tercera persona sacó una navaja. Estas personas, explica, pasaron entre cuatro y cinco días en la cárcel incomunicados. Sin embargo, en España "en 48 ó 72 horas estás en la calle".

López de Uralde está acusado de falsificación de placas de matrícula, allanamiento del Palacio Real danés e intento de suplantar a una autoridad y la justicia danesa le mantiene retenido aduciendo que existe riesgo de fuga y de destrucción de pruebas.

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