Quito, 21 mar.- El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), Humberto Cholango, dijo hoy haber puesto "en alerta" a todas las comunidades indígenas del país para que estén "preparadas" en el caso de que sufran agresiones los participantes en una marcha en contra de la minería.
"Hay gente con mucho odio, desde ministerios que van a intentar tal vez agredirnos, entonces obviamente que nosotros si es que recibimos una agresión, recibimos ataques en la ciudad de Quito por parte del Gobierno, obvio que nosotros también vamos a defendernos en todo el país", afirmó en un encuentro con la prensa extranjera.
Cholango dijo que las comunidades en "alerta" esperan un anuncio de la Conaie en el caso de que haya violencia contra ellos, pero no quiso dar más detalles al respecto.
Por su parte, la ministra de Coordinación de la Política, Betty Tola, dijo en otra rueda de prensa que "no habrá ningún tipo de impedimento" para que los manifestantes lleguen a Quito, aunque consideró que en la movilización hay claros "intereses golpistas".
La marcha, liderada por indígenas, se encuentra en la localidad de Uyumbichu, ubicada a unos 20 kilómetros de la capital ecuatoriana.
Los líderes de la Conaie, la principal organización indígena del país, tienen previsto que la marcha entre en la zona sur de la ciudad hoy mismo y que avance mañana hasta el parque "El Arbolito".
El Ministerio de Educación anunció hoy la suspensión de las clases en escuelas públicas en la zona por donde pasará la marcha.
Al mismo tiempo, algunos partidarios del Gobierno han pernoctado en tiendas de campaña en "El Arbolito" y en la Plaza de la Independencia, donde se ubica el Palacio Presidencial.
La marcha comenzó el pasado 8 de marzo en El Pangui, un municipio amazónico donde se abrirá la primera mina a gran escala de la historia de Ecuador, que operará durante 25 años la empresa Ecuacorriente, de propiedad china.
Desde entonces sus integrantes, que han sumado algunos centenares, han recorrido unos 700 kilómetros en vehículos y caminando.
El pasado 8 de marzo, mientras la marcha iniciaba su andadura, el Gobierno congregó a miles de personas en la capital en una demostración de su poder de convocatoria.
Entonces Correa dijo que la marcha de protesta fue un "fracaso" y acusó a sus organizadores de querer "desestabilizar" a su Gobierno para "catapultarse" a las próximas elecciones presidenciales de febrero de 2013, en las que se prevé que él se presente a la reelección, aunque aún no ha hecho un anuncio oficial al respecto.
Salvador Quishpe, prefecto de la provincia ecuatoriana de Zamora Chinchipe, donde está ubicado El Pangui, negó hoy que la marcha responda "al calendario electoral", sino que es una respuesta a las negociaciones del Gobierno con las mineras para entregar grandes concesiones.
"No hay ninguna desestabilización, no hay ningún intento de ruptura del orden constitucional", dijo por su parte Cholango, quien al mismo tiempo afirmó que existe "una política de Estado" contra los indígenas.
"Están llegando a un punto de racismo, porque decir que son dos emponchados y dos emplumados los que están marchando. Nosotros como pueblos indígenas nos sentimos ofendidos", añadió.
Cholango señaló que la marcha aun no cuenta con los permisos para realizar la movilización en Quito, aunque ha enviado las cartas correspondientes. En cambio, una portavoz del municipio dijo a Efe que al Ayuntamiento no ha llegado la solicitud.
Los manifestantes entregarán mañana sus demandas al presidente de la Asamblea Nacional, Fernando Cordero, del movimiento oficialista Alianza País.
Además de oponerse a la minería a gran escala, la Conaie reclama una redistribución de tierras y del acceso al agua.
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