Discapacidad. El presidente del cermi anuncia vigilancia y beligerancia mientras la discapacidad esté amenazada


El presidente del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi Estatal), Luis Cayo Pérez Bueno, ha asegurado que “mientras los derechos, la inclusión y el bienestar de las personas con discapacidad permanezcan tan amenazados como lo están siendo en estos últimos años, SOS Discapacidad estará vigente”.
Así lo manifiesta en una entrevista concedida al boletín Predif Digital, en la que, según expone, “no parece que haya llegado el momento de atenuar la estrategia de contestación activa y movilización que es SOS Discapacidad”.
“El precario, discontinuo y ágil espacio de presencia social y acceso a derechos que, con mil dificultades, hemos conquistado en estos 30 últimos años ha estado a punto de desaparecer y esto obliga a estar vigilantes y beligerantes”, señala.
En este sentido, Pérez Bueno destaca que el movimiento de la discapacidad está inmerso en un replanteamiento del activismo en torno a los derechos y la inclusión de las personas con discapacidad, y, explica, al Cermi le toca estimular este proceso.
Para el presidente del comité, se trata de un “ejercicio casi de reinvención, desde nuevas bases, para ser más y mejores, y para llegar a más desde un mayor número”, al tiempo que, en su opinión, esta innovación aplicada al propio movimiento requiere una gestión, un conocimiento y una técnica.
“No podemos mirar hacia fuera sólo y pedir que el entorno se transforme, que por supuesto, sino que hemos de dirigir también la mirada hacia dentro y encabezar la gestión del cambio”, sostiene.
Según incide, “hay necesidad de cambio y eso es innegable”, al mismo tiempo que existe la conciencia de que “así no podemos continuar”. En su opinión, “resulta un imperativo ético el que desde las estructuras de la discapacidad pilotemos la transformación, la reinvención que se espera y a la que estamos abocados”.
En este sentido, Pérez Bueno considera que el movimiento de la discapacidad debe enfatizar el activismo, repensar el binomio derechos/servicios y erigirse en un acompañante activo de las personas, de cada persona con discapacidad para que ella sola se convierta en agente de sus derechos, de su inclusión y de su bienestar.
Con respecto a la Ley General de Derechos de las Personas con Discapacidad y de su Inclusión Social, el presidente del Cermi opina que este texto refundido de las tres grandes leyes existentes sobre discapacidad supone “un paso en el proceso de mejora progresiva del marco normativo español de la discapacidad”.
Así, afirma que al sector de la discapacidad “nos corresponde inducir cambios permanentes de avance, que lo que exista ahora sea preferible a lo de ayer”. Y, según indica, este texto refundido se inscribe en esta lógica, ya que aporta “claridad, unidad y seguridad jurídica con respecto al contexto de derechos de personas con discapacidad, así como, en muchos aspectos concretos, avances respecto a las tres leyes de cabecera que se refunden”.
“Ha dado de sí todo lo que una norma de estas características (no es una ley de nueva planta) puede dar”, concluye.

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