Don Felipe asiste a una conferencia de un compañero de la facultad de Derecho

Madrid, 26 feb.- Recién llegado de Cataluña, donde el Príncipe de Asturias ha pasado los últimos cuatro días, don Felipe ha asistido esta noche a una conferencia de un compañero de la facultad de Derecho, el letrado del Tribunal Supremo Raúl C. Cancio Fernández, en la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación.

El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, ha escuchado junto al Príncipe, en la primera fila de la sala, la conferencia dedicada al "Inaplazable anglosajonamiento de nuestro Tribunal Supremo", en presencia de la familia del orador, de varios compañeros del alto tribunal, juristas y académicos.

Ha presidido el acto el presidente de la institución, Luis Díez-Picazo, quien al término de la exposición ha hecho entrega al conferenciante de la medalla que le distingue como académico correspondiente, ya que acaba de ingresar en la entidad.

También han estado presentes el secretario de Estado de Justicia, Fernando Román, el vicepresidente del Tribunal Supremo, Ángel Juanes, y el secretario de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, Rafael Navarro-Valls.

Raúl C. Cancio es doctor en Derecho por la Universidad Rey Juan Carlos y licenciado por la Universidad Autónoma de Madrid, donde fue compañero del Príncipe de Asturias, quien comenzó sus estudios de Derecho en 1998 y se licenció en 1993.

El conferenciante ejerce desde 2003 como letrado de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, es analista del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), ponente en seminarios jurídicos, autor de más de medio centenar de artículos doctrinales y experto en la relación entre el derecho, el cine y la Guerra Civil.

Su conferencia de ingreso en la Academia, de carácter técnico, ha versado sobre lo que él mismo ha definido como "saludable anglosajonamiento" del Tribunal Supremo, para analizar desde el punto de vista histórico y conceptual la actual estructura de funcionamiento de este tribunal, con su configuración en salas.

Convencido de que la Constitución en modo alguno determina esta organización compartimentada del Supremo, y con el trasfondo de la "inasumible carga de asuntos" que pesa sobre el tribunal, ha abogado por su reforma en línea con la experiencia histórica de los tribunales de casación del mundo anglosajón.

Cancio ha apostado así por "situar a la excelencia como elemento vertebrador del Tribunal Supremo" y lograr que actúe como una "verdadera Corte casacional" que cumpla con su papel unificador de jurisprudencia.