Dos de "Los Cinco" y panel en Washington instan a EE.UU. a cambio sobre Cuba

  • Dos de los cinco espías cubanos condenados en Estados Unidos, ya en libertad en Cuba, coincidieron hoy con un panel en Washington, en que ha llegado el momento de que Estados Unidos cambie su política hacia la isla y de que ambas partes se sienten a dialogar para resolver sus problemas.

La Habana, 10 jun.- Dos de los cinco espías cubanos condenados en Estados Unidos, ya en libertad en Cuba, coincidieron hoy con un panel en Washington, en que ha llegado el momento de que Estados Unidos cambie su política hacia la isla y de que ambas partes se sienten a dialogar para resolver sus problemas.

Los cubanos René y Fernando González participaron desde La Habana en una videoconferencia con el abogado cubanoamericano José Pertierra, el periodista hispano-francés Ignacio Ramonet, la alcaldesa de la ciudad californiana de Richmond, Gaile McLaughlin, y Alicia Jrapko, coordinadora del Comité Internacional por la libertad de "Los Cinco" cubanos condenados por espionaje en EE.UU. en 2001.

Durante la conferencia se repitieron las opiniones que consideran que es el momento "oportuno" y "correcto" para que el Gobierno de Washington cambie de actitud respecto a su relación con Cuba y además tome la decisión de liberar a los tres agentes cubanos que quedan presos en EE.UU.

Ignacio Ramonet señaló que encuestas realizadas últimamente en EE.UU. demuestran que una mayoría de ciudadanos en ese país quieren el cambio de Washington respecto a Cuba, incluidos cubanos y latinos residentes en la Florida.

También recordó la carta dirigida por 40 altas personalidades políticas norteamericanas al presidente Barack Obama, que también abogan en ese sentido, y las revelaciones de la senadora Hillary Clinton en su libro "Decisiones difíciles" de que instó a Obama a que se levante el bloqueo económico que mantiene EE.UU. contra Cuba.

Ramonet consideró que esas personalidades "se están dando cuenta de que EE.UU. está perdiendo oportunidades".

"Es el momento oportuno para que las cosas cambien, estamos observando modificaciones muy importantes y que deberían ayudar a la administración norteamericana a desbloquearse ella misma con respecto tanto a las relaciones con Cuba como a los 'Cinco Héroes' (como se conocen en Cuba a los agentes condenados)", añadió.

En coincidencia, la alcaldesa McLaughlin dijo que durante la jornada celebrada hasta hoy en la capital norteamericana en solidaridad con los espías cubanos presos, se reunió con funcionarios del Departamento de Estado a quienes manifestó la importancia de que representantes de EE.UU. y Cuba se sienten a dialogar.

Por su parte, la activista Jrapko dijo que este es el momento de seguir haciendo "presión" en favor de la liberación de los agentes cubanos Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Gerardo Hernández que cumplen largas condenas en prisiones estadounidenses.

Fernando González, quien regresó a Cuba en febrero de este año, tras cumplir una condena de más de 15 años de cárcel en EE.UU., apeló a "la voluntad política" del Gobierno norteamericano para que "cambien las relaciones" con la isla y también la situación de sus compañeros encarcelados para la que reclamó una "decisión humanitaria" que consideró "está en manos del presidente" Obama.

Asimismo consideró "una contradicción" que Obama pudiera tomar la decisión de intercambiar de cinco talibanes presos en Guantánamo por el militar estadounidense Bowe Bergdahl y no lo pueda hacer en el caso del contratista Alan Gross, preso en Cuba, y los tres agentes cubanos condenados en EE.UU.

René González, el primero de "Los Cinco" en quedar libre y regresar a Cuba en 2013, dijo que el presidente Obama "tiene las prerrogativas para que este problema se solucione" que a su juicio empezarían por "un gesto".

A su juicio, tanto el bloqueo económico como mantener a Cuba en la lista de países considerados patrocinadores del terrorismo por EE.UU. como las limitaciones de viajes a la isla "debían ser eliminadas" y ambos países ser "dos vecinos que aprendan a respetar sus diferencias".

Los casos del contratista Alan Gross y el de los cinco agentes cubanos se han convertido en los últimos años en puntos de fricción dentro de las tensas relaciones entre Estados Unidos y Cuba, países enemistados y sin relaciones diplomáticas desde hace más de cinco décadas.

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