Madrid, 16 mar.- Cerca de 2.000 personas, sobre todo ancianos, extranjeros y discapacitados, han sido estafados por una red de falsos instaladores de gas, que llegaban a cobrar entre 50 y 390 euros por supuestas revisiones y trabajos innecesarios, aunque de alguna víctima llegaron a obtener 2.500 euros.
Según ha informado hoy la Dirección General de la Policía, agentes de este cuerpo han desarticulado una red delictiva dedicada a estas estafas en ocho comunidades autónomas y han detenido a doce personas, creadoras de un entramado de 60 empresas que llegó a acumular una deuda con la Seguridad Social de casi 4 millones de euros.
La operación se ha desarrollado en las comunidades de Madrid, Cataluña, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Galicia, Baleares, Andalucía y Comunidad Valenciana.
Según las investigaciones, los falsos revisores del gas acudían a domicilios de personas especialmente vulnerables y las amenazaban con cortar el suministro o con importantes multas si se negaban a una revisión que calificaban como obligatoria.
De este modo, llegaron a obtener hasta 2.500 euros de una sola víctima y a asediar a ancianos a los que estafaron varias veces en días consecutivos o acompañaron al cajero automático para que retiraran la mayor cantidad de efectivo posible.
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