Dupeyron regresa a San Sebastián con un filme "muy real" de personajes rotos

  • Ana Burgueño.

Ana Burgueño.

San Sebastián (España), 22 sep.- El director François Dupeyron ha presentado hoy a concurso en la Sección Oficial del Festival de San Sebastián "Mon âme par toi guérie", un filme de personajes rotos cuyo protagonista tiene el don de curar cuerpos y ver almas, aunque sean otros, otras más bien, quienes lo rescatan de sí mismo.

El realizador francés no entiende su película como una fábula, sino como una historia "muy real", pues según señala en una entrevista a Efe, "en la vida también hay curanderos".

El último trabajo de Dupeyron, que hace catorce años ganó la Concha de Oro del certamen donostiarra con "¿Qué es la vida?", son muchos relatos en uno que parten de Fredi (Grégory Gadebois) o llegan hasta él, un hombre divorciado que acaba de perder a su madre, de la que ha heredado el poder de sanar y del que se resiste a hacer uso.

Un grave accidente cambia las cosas y a partir de ahí, Frédi comienza a utilizar su don, aunque su vida seguirá siendo la misma, en el mismo parque de caravanas donde habitan los que menos tienen, su familia, sus amigos, y adonde se acercan cada día personas que buscan la curación.

Frédi dice en un momento del filme que no puede "con la miseria del mundo", que cuando abre la puerta ve "solo eso".

Dupeyron muestra esa miseria desde múltiples miradas, que incluyen la denuncia social y la crítica anticlerical, como parte de un mosaico que a veces parece desdibujarse por querer contar tantas cosas a la vez.

Considera que la cinta transmite cierta esperanza y que el espectador no debe sacar la conclusión de que el mundo es horrible.

De hecho, dice con ironía que ejerce una labor medioambiental. "Muchas veces partes de una situación catastrófica y, de manera natural, haces que los personajes se reconstruyan. Eso es ecológico, así no hay polución", comenta.

El realizador galo, que ha tomado el título para su película de un verso de Baudelaire, "Mi alma por ti curada", intentó hace varios años escribir el argumento del filme, pero no le funcionó.

"Decía no a todas las ideas que se me venían a la cabeza. Por eso opté por llevarlo antes a una novela, para poder hacer la estructura de la historia", explica el cineasta, que ha rodado la cinta unos años después de la publicación de su libro.

No obstante, afirma que sólo empezó a entender por dónde debía discurrir el filme tras el primer montaje. "Fue cuando vi que todas las historias conducían a la historia principal", indica Dupeyron, que cree que de esa manera el proceso no ha resultado "prematuro" ni "artificial".

Dupeyron no espera que la Concha de Oro de esta 61 edición del Zinemaldia lleve su nombre y está muy tranquilo por ello, aunque recalca que siempre es "muy feliz" cuando viene a San Sebastián, un certamen al que agradece que haya exhibido sus películas cuando otros han preferido no hacerlo.

Al director francés, le acompañan en esta visita a Donostia Grégory Gadebois y el actor que hace el papel de su padre, Jean-Pierre Darroussin, ambos estupendos en el filme.

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