Washington, 3 ago.- El nuevo embajador de EE.UU. en México, Earl Anthony Wayne, no detectará al ocupar su puesto en el Distrito Federal una relación deteriorada con el país vecino, aseguró hoy el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Mark Toner.
En su conferencia de prensa diaria, Toner negó que Wayne pueda notar las secuelas de las tensiones que en marzo resultaron en la renuncia del antiguo encargado de la misión estadounidense, Carlos Pascual, a raíz de los cables diplomáticos filtrados por WikiLeaks.
Tampoco consideró que el declarado fracaso de la operación "Rápido y Furioso", que permitió introducir armas desde EE.UU. a México, pueda mermar la labor de diplomacia de Wayne, confirmado el martes para el cargo por el Senado estadounidense.
"Esta es una relación que forma parte de nuestro interés nacional. Y nuestros objetivos no cambian de un embajador a otro, ni en México ni en ningún país", indicó Toner.
Wayne trabajará "para enfrentarse a los muchos retos significativos" que Washington tiene en común con México, "incluido el azote de los carteles de la droga y la responsabilidad de Estados Unidos en ese problema", aseguró el portavoz.
Toner confió en que se establezca "muy pronto" una fecha para que Wayne tome posesión de su nuevo cargo, "dada la importancia de la relación bilateral" con México, que ha protagonizado últimamente "varios éxitos" en la lucha contra el narcotráfico.
El Departamento de Estado felicitó el lunes al Gobierno Mexicano por el arresto de José Antonio Acosta Hernández, alias "El Diego", vinculado con al menos 1.500 asesinatos y alto capo del cartel de Juárez.
"Creemos que esto demuestra su firme compromiso en la lucha contra el narcotráfico y estamos seguros de que seguirán haciendo progresos en este área", aseguró entonces Toner.
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