Ginebra.- Estados Unidos espera que el Examen Periódico Universal al que será sometido Irán el próximo lunes en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU sea "creíble y honesto" y que, por tanto, se centre en la creciente represión de las protestas del pueblo iraní.
"Nos preocupa que el debate sea creíble y honesto y refleje los deseos del pueblo iraní" de libertad y respeto a los derechos humanos, dijo hoy el secretario de Estado adjunto para asuntos del Cercano Oriente de EEUU, John Limbert.
El diplomático subrayó la preocupación de su país por que este mecanismo de la ONU que evalúa los derechos humanos en cada país "muestre que funciona correctamente".
La preocupación de Limbert -que fue uno de los rehenes estadounidenses retenidos en la embajada en Teherán durante 14 meses después de la Revolución Islámica de 1979- se basa en el desequilibrio existente en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU entre los países islámicos y en desarrollo y los occidentales, estos últimos en minoría.
El diplomático recordó el llamamiento que la iraní y premio Nobel de la Paz Shirin Ebadi ha dirigido a este organismo de la ONU en el que denuncia, de cara al Examen Periódico, la creciente represión en su país tras las recientes protestas populares.
En ese sentido, el responsable estadounidense dijo que los asuntos que preocupan a EEUU en el terreno de los derechos humanos en Irán coinciden con los de Ebadi, entre los que citó "el tratamiento que se da a los detenidos" o "los derechos de las minorías religiosas".
También denuncia EEUU "la supresión de libertades como la de expresión, o reunión" y la "prisión arbitraria de periodistas, blogueros, fotógrafos y de la intelectualidad en general".
Acerca de la amenaza de nuevas sanciones a Irán por su reto a Occidente en el asunto de la energía atómica, blandida por EEUU y la Unión Europea, Limbert aseguró que "mis amigos iraníes me dicen que si las sanciones pueden afectar a la gente culpable de la represión, las apoyaremos".
Limbert subrayó que "la comunidad internacional ha dejado claro que apoya el derecho de Irán a tener energía nuclear con fines pacíficos", como es el caso de los isótopos médicos, y le ha ofrecido la posibilidad de enriquecer el uranio necesario fuera del país, lo que ha sido rechazado por el régimen de Teherán.
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