EEUU y Turquía prometen reforzar su colaboración con la oposición siria

  • Estados Unidos y Turquía persiguen un mismo objetivo respecto al conflicto en Siria: alcanzar una solución política para salvar vidas y acabar con la violencia.

Ankara, 1 mar.- Estados Unidos y Turquía persiguen un mismo objetivo respecto al conflicto en Siria: alcanzar una solución política para salvar vidas y acabar con la violencia.

Así lo ha subrayado hoy el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, en Ankara, en una rueda de prensa conjunta con su homólogo turco, Ahmet Davutoglu, quien confirmó la total sintonía de su Gobierno con el estadounidense en este aspecto.

"La meta de Turquía y Estados Unidos es la misma: ambos países comparten como prioridad una solución política para salvar vidas y acabar con la violencia; queremos que se desarrolle la libertad, y es muy evidente a quién apoyamos", declaró Kerry.

"Al principio teníamos cierta confusión respecto a quién apoyamos y a quién enviamos qué", admitió el jefe de la diplomacia estadounidense en referencia a la miríada de grupúsculos sirios, tanto políticos como militares, unidos en la oposición al régimen de Bachar al Asad, pero con frecuencia también enfrentados entre sí.

"Ahora la oposición siria está más unida y lo tenemos más claro, nos sentimos más cómodos", aseguró Kerry en una aparente alusión a la Coalición Nacional Siria (CNS), establecida en noviembre pasado en Catar y encabezada por el teólogo islámico Moaz Jatib.

"Hemos bloqueado el flujo de dinero hacia la maquinaria de guerra del régimen de Asad y hemos decidido que no vamos a permitir que los misiles 'Scud' maten indiscriminadamente a hombres, mujeres y niños", prometió.

"Buscamos una transición política pacífica", concluyó Kerry, tras recordar que ayer participó en los debates de cómo apoyar al pueblo sirio que tuvieron lugar en Roma.

"Lucharemos juntos a Turquía contra cualquier forma de terrorismo, sea el del (Partido de Trabajadores del Kurdistán) PKK, o el de Al Qaeda", prometió el secretario de Estado, y mencionó como ejemplo de la cooperación con Ankara el despliegue de sistemas antimisiles 'patriot' norteamericanos cerca de la frontera turco-siria.

Kerry agradeció a Turquía el que hubiera abierto sus puertas a cientos de miles de sirios que huyen de su país y recordó que Washington ha contribuido con 385 millones de dólares a los gastos de acogida de refugiados.

También Davutoglu puso el acento en el aspecto cívico de la rebelión al recordar que "el 15 de marzo se celebrará el segundo aniversario del inicio de las manifestaciones pacíficas en Siria".

"Desde hace dos años, la población civil sufre ataques e intensos bombardeos. Es hora de que la comunidad internacional actúe, y en Roma ya vimos señales de que lo hará", dijo el ministro.

"La postura de Turquía es nítida: tiene que ocurrir un cambio definitivo, acorde a las demandas del pueblo sirio. Se deben abrir de inmediato pasillos humanitarios y hay que poner fin a los ataques con 'Scud'", exigió el ministro.

Ambos jefes diplomáticos se mostraron cordiales e incluso bromearon sobre el aparente intento de Kerry de entender los comentarios de Davutoglu sin valerse de la traducción simultánea, pese a haber dejado claro poco antes su rotunda división de opiniones respecto a Israel.

Kerry condenó el comentario del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, quien el miércoles pidió considerar la islamofobia como crimen contra la humanidad, "al igual que el sionismo, el antisemitismo y el fascismo".

Esta referencia al sionismo ha sentado mal no sólo en Israel sino también en Washington, que ayer la calificó, en un comunicado, de "ofensiva y equivocada".

El secretario de Estado también subrayó su convicción de que "las naciones que respetan los derechos básicos, la libertad de expresión y la prensa se desarrollan mejor y se hacen más prósperas".

Una declaración que ha parecido una crítica a la persecución jurídica de periodistas en Turquía y un respaldo al embajador estadounidense, Francis Ricciardone.

En febrero, Ricciardone criticó el envío a prisión preventiva de altos cargos militares, académicos y estudiantes bajo acusaciones de "terrorismo", y fue duramente reprendido por varios ministros turcos.

Durante la tarde del viernes, Kerry se reunió tanto con Erdogan como con el presidente turco, Abdullah Gül, y abandonará el país mañana, sábado, rumbo a Egipto, para continuar su gira de once días por nueve países europeos y de Oriente Medio.

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