Caída de un punto porcentual del PIB

El efecto del 'tarifazo' de la luz: España perderá 150.000 empleos en el año 2022

Uno de los centros de análisis económicos de referencia estima esta cifra ante los más que previsibles problemas que tendrán los dos agentes económicos del país: las familias y las empresas.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez
Los efectos del 'tarifazo' de luz: España perderá 150.000 empleos en el año 2022.
Europa Press

"Me comprometo a que cuando acabe 2021 se habrá pagado de luz lo mismo que en 2018". Esta frase, que pronunció el presidente Pedro Sánchez el pasado mes de septiembre, ha sido objeto de análisis de medios de comunicación, de expertos y de políticos. Si hacemos un promedio (la palabra clave que utilizó la ministra Teresa Ribera) entre los consumidores que están en el mercado regulado -a los que les está subiendo el precio- y los que pertenecen al mercado libre -a los que no les afecta el aumento-, y lo comparamos con el 2018 (que fue el año con la luz más cara), los cálculos sí le salen al presidente. Esta promesa, tras meses de discusiones, no ha sido más que un juego de palabras con la que Sánchez ha ganado tiempo para distraer a la opinión pública. Mientras, la realidad nos muestra hoy un precio de la electricidad en máximos históricos, que ha empujado a la mayoría de los centros de estudios económicos a rebajar la previsión de crecimiento de nuestro país.

El Gobierno, que va a tomarse dos semanas de vacaciones esta Navidad, tiene varios frentes pendientes para el año que viene, que van a suponer todo un reto: acelerar la llegada de los fondos europeos que reactiven la economía, combatir la inflación que atraviesa el país (5,5%), dar una respuesta a las demandas que exige el campo y la industria e impulsar dos sectores claves en la economía: el turismo y la construcción. Todo ello, bajo la amenaza continua de las diferentes variantes de la Covid-19, que incitará a los gobiernos autonómicos a dar luz verde a mayores restricciones.

Las familias son el principal motor de consumo en España. El hecho de que la tarifa de luz (en el mercado regulado, donde está el 40% de la población) se dispare provoca que el incremento de gasto que destinan a la factura reduzca sus recursos disponibles para el consumo. Esta reducción de la demanda hace que el dinero no llegue a la economía real y las empresas (de los múltiples sectores) vean perjudicados sus balances y opten por no demandar puestos de trabajo. A este trágico desenlace no solo se llega por la falta de consumo interno de las familias, sino también por el lado del gasto de las empresas. Así, todas aquellas compañías que se encuentran en mercados competitivos, y no pueden trasladar los costes de la electricidad a los precios, tenderán a reducir estos pasivos disminuyendo la plantilla o no contratando.

De momento, esto último no se ha dado. Así, "los precios industriales han aumentado un 60%, los de los bienes intermedios un 20% (debido a los cuellos de botella), mientras que las empresas solo están aumentando sus precios en el margen de un 1,7%". Esto quiere decir que la subida de los precios, por ahora, lo están absorbiendo las empresas, que confían en que esto sea temporal. Sin embargo, según marca el Mercado Oficial de Futuros y Opciones Financieras en España (MEFF), el precio medio de la luz en el cuarto trimestre del año 2022 será de 194,38€. Lo que indica que esta subida de los precios es un tema estructural y no coyuntural, como venden desde el Gobierno.

Miguel Cardoso, economista jefe para España en BBVA Research, asegura que este escenario hace que las previsiones de crecimiento del país sean mucho más pesimistas que las del Gobierno. "El precio de la electricidad va a restar un punto al PIB el año que viene. Esto significa, en términos de empleo, que  se perderían hasta 150.000 puestos de trabajo equivalentes. Por lo que una cantidad importante de personas no tendrían la oportunidad de conseguir un trabajo". El economista añade que el elevado precio de la electricidad y la poca eficacia con la que están llegando los fondos europeos hace que España no vaya a crecer en torno a un 7% en 2022.

Sánchez, que es consciente de la realidad de estos datos, lleva exigiendo a Europa desde octubre -mientras en España hacia malabares con sus previsiones de los precios de la luz- que "lidere la compra conjunta de gas para hacer frente al auge de los precios". Este hidrocarburo es esencial para la generación de la electricidad y, según las estimaciones del Gobierno, "por cada euro que aumenta el precio del gas, sube en dos euros el precio del mercado mayorista de electricidad". Sin embargo, Europa ha desestimado de forma parcial la propuesta de Sánchez y lo ha limitado solo a "situaciones de emergencia". Una solución que al presidente español le ha parecido "insuficiente", consciente de los nubarrones macroeconómicos que se le avecinan a su país.

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