El abogado de la familia Arcos califica como "una buena noticia" la autorización judicial

  • Vilagarcía.- El abogado de la acusación en el caso de la desaparición de María José Arcos, Evaristo Nogueira, ha calificado como "una buena noticia" la autorización judicial del rastreo con georadar de fincas propiedad de R.V., encarcelado el pasado día 8 por su supuesta vinculación con los hechos.

El juez autoriza la búsqueda en las fincas del imputado por el caso María José
El juez autoriza la búsqueda en las fincas del imputado por el caso María José

Vilagarcía.- El abogado de la acusación en el caso de la desaparición de María José Arcos, Evaristo Nogueira, ha calificado como "una buena noticia" la autorización judicial del rastreo con georadar de fincas propiedad de R.V., encarcelado el pasado día 8 por su supuesta vinculación con los hechos.

Nogueira ha señalado, en declaraciones a Efe, que la aparición de restos de la mujer desaparecida en agosto de 1996 supondría "un paso importante en la investigación" y un elemento "positivo para el procedimiento penal, pero no definitivo".

Sobre el elevado coste de utilizar un georadar, el abogado de la acusación considera que "hay cosas que no tienen precio", y aun consciente de "la situación que vivimos" cree que "en este caso el dinero debería ser secundario".

La familia de la desaparecida, por boca de su hermana, Rosa Arcos, había demandado el pasado día 12 a la Guardia Civil que buscase el cuerpo de su hermana en las fincas del imputado en este caso, puesto que "esa teoría es mucho más consistente que las otras opciones" barajadas por la propia familia.

Rosa Arcos había descartado la posibilidad de que el imputado usara un barco para deshacerse del cuerpo, puesto que la embarcación que utiliza R.V. no se fondeó hasta el día 18, sostuvo, y la desaparición ocurrió el 15 de agosto de 1996.

María José Arcos tenía 35 años cuando desapareció el 15 de agosto de 1996 sin dejar rastro alguno de su paradero, mientras que su coche fue hallado días más tarde frente al faro de Corrubedo, en el municipio coruñés de Ribeira, en cuyo interior se encontraba su cartera con documentación y otras pertenencias personales, aunque no se halló huella alguna.

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