El acusado de matar a su exmujer policía en Logroño dice ser inocente

  • El expolicía B.M.M., acusado de ser el presunto asesino de su exmujer, Vanesa Ávila, también policía nacional, ha afirmado hoy que su conciencia está tranquila y que es inocente, por lo que cree que el juicio es un "marrón" para las personas que forman el jurado, para su familia y para él mismo.

Logroño, 6 nov.- El expolicía B.M.M., acusado de ser el presunto asesino de su exmujer, Vanesa Ávila, también policía nacional, ha afirmado hoy que su conciencia está tranquila y que es inocente, por lo que cree que el juicio es un "marrón" para las personas que forman el jurado, para su familia y para él mismo.

B.M.M., para el que las acusaciones piden 20 años de prisión, ha hecho estas declaraciones a los periodistas, tras finalizar la primera sesión matinal del juicio con jurado, que durará hasta el próximo día 13 y en el que se prevé que declaren 54 testigos.

"No quiero convencer a nadie de nada. Yo sé que soy inocente. Mi conciencia está tranquila y yo no maté a Vanesa", ha subrayado.

El acusado está procesado por la aparición del cadáver de su exmujer en el río Ebro, a su paso por el municipio alavés de Baños de Ebro, en noviembre de 2009, por lo que ingresó en prisión, de la que salió en enero de 2010 tras pagar una fianza.

B.M.M., durante el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Logroño, ha dicho que se separó de la víctima en 2008 y acordaron que la custodia de su hija de tres años fuese para él, aunque hoy ha relatado que estaría a favor de compartir la custodia porque consideraba que su exmujer podía ser una "buena madre".

Ha explicado que el 30 de octubre de 2009, la víspera en la que Vanesa no acudió a trabajar, habló por teléfono con ella durante casi 26 minutos porque tenían que acordar el reparto de los muebles de una casa que compartieron con anterioridad.

También ha desmentido que él controlase a su exmujer porque, en su opinión, Vanesa, a la que conoció durante la formación policial de ambos en la academia de Ávila, era una agente de policía "muy capaz" en su trabajo, "autónoma y muy inteligente", que casi había terminado la licenciatura de Derecho.

Los dos forenses del Instituto Vasco de Medicina Legal que hicieron la segunda autopsia del cadáver han discrepado hoy, en la vista oral, del primer informe elaborado por una compañera suya de Vitoria, que sostenía que la causa de la muerte fue la sumersión y que el fallecimiento se produjo entre el 3 y el 8 de noviembre.

El estado de putrefacción del cuerpo hace imposible determinar la causa de la muerte, han recalcado, ya que en los tejidos blandos no se conservaron signos de violencia ni se puede saber si fue un fallecimiento natural.

Uno de los peritos ha señalado que la primera forense utilizó para calcular la fecha de la muerte unas tablas erróneas, que toman de referencia temperaturas del agua del río Rhin en Alemania en octubre, lo que da una "perspectiva errónea".

Según sus datos, no se siguió el protocolo básico para hacer el levantamiento del cadáver ni se hizo un estudio entomológico con recogida de larvas en el lugar de los hechos para calcular los días transcurridos desde la muerte.

Aunque han insistido en que no se puede afirmar ni negar ninguna causa de la muerte, han considerado que no es probable que cayese al río por accidente o que se suicidara, ya que fue hallada desnuda.

La esposa actual del acusado, que ha declarado de forma voluntaria, ha detallado que la pareja ha pedido la adopción de la hija de la fallecida para poder formar una familia junto a la pequeña que ha tenido con el procesado hace quince días. EFE.

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