El acusado dice que no pretendía matar a la víctima y ya la vio en el suelo

  • Manuel Mouriño, el acusado de matar a Montserrat Martínez, la joven que fue hallada muerta en abril de 2001 en Viana do Bolo, se ha reafirmado hoy en el juicio en que no tenía intención de matar a la víctima sino que "giró bruscamente" y vio a Montserrat en el suelo.

Ourense, 12 dic.- Manuel Mouriño, el acusado de matar a Montserrat Martínez, la joven que fue hallada muerta en abril de 2001 en Viana do Bolo, se ha reafirmado hoy en el juicio en que no tenía intención de matar a la víctima sino que "giró bruscamente" y vio a Montserrat en el suelo.

Este ha sido el argumento esgrimido esta mañana por el acusado en el primer día de juicio por el crimen de Viana, que se prolongó hasta las 15.00 horas, y que también centró el eje argumental de su defensa que ha pedido una pena por homicidio imprudente.

Los hechos -por lo que el acusado lleva año y medio en prisión provisional- se remontan a abril de 2001, cuando fue localizado el cuerpo de la víctima en un terraplén de este municipio orensano, cubierto de sangre y con evidentes signos de violencia.

Posteriores investigaciones demostraron que el cadáver había sido arrojado desde una altura de unos cuatro metros y arrastrado hasta dejarlo oculto entre la maleza.

Según el acusado, el día de los hechos tras ir al jardín Cabo da Vila con la víctima le dio un golpe cuando "iba a orinar" porque notó "un cosquilleo" posiblemente al intentar "darle un chupón" y al comprobar que estaba muerta la arrojó por una barandilla y ocultó su cuerpo "por miedo a que nadie creyese que fue un accidente".

"Intenté que se despertase, vi que estaba muerta y me entró el pánico", relató el acusado, quien dijo que por ese motivo escondió el cuerpo.

Además, la defensa se centró en su difícil situación familiar y argumentó que estaba marcada por el hecho de que era conocido en el pueblo que el padre del acusado se emborrachaba y maltrataba a su mujer, por lo que Manuel Mouriño residió en centros de menores tutelados por la Xunta.

La Fiscalía y la acusación particular apuntaron a que fue una muerte por violencia, por lo que solicitan 15 y 20 años, respectivamente, de prisión, mientras el fiscal considera que el acusado después de matar a la joven le dio varios golpes y no tuvo intención de socorrerla.

Un hecho al que la acusación suma la circunstancia alevosa de que la víctima no tuvo oportunidad de defenderse y que el acusado aprovechó "la confianza" que ésta le tenía y su estado de inconsciencia para golpearla repetidas veces.

Según el relato de los hechos, el acusado después de ir de cena y de fiesta se encontró a la víctima y fue con ella a un jardín. Una vez muerta la arrojó por una barandilla a un desnivel y ocultó su cuerpo en una zona frondosa de difícil visibilidad, lo que constató un miembro de la Policía Judicial que acudió hoy a declarar.

Otros de los puntos que resaltaron la Fiscalía y la acusación es una condena que pesa sobre el acusado, posterior a la muerte de la joven vianesa, por malos tratos a su actual pareja, con la que tiene una hija, y cuyos hechos ha negado el acusado.

El miembro de la Policía Judicial se refirió a que las ropas que indicó el acusado que vestía esa noche "no concordaban" con las que describieron el resto de comensales y hubo que hacer "un registro domiciliario", tras "negarse" a entregarlas. Además, el testimonio de uno de los testigos no coincidió con el realizado por Mouriño.

Durante el juicio prestaron también declaración alguno de los hermanos del acusado, quienes aseguraron que esa noche le vieron llegar "normal" a casa.

Mañana, la Audiencia Provincial de Ourense acogerá el segundo día de juicio, en el que se llevará a cabo la prueba pericial, la documental y las partes (fiscal, acusación particular y defensa) y se expondrán los alegatos definitivos, tras lo cual el jurado tendrá que dictaminar el veredicto final para el acusado.EFE

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