Kiev, 20 feb.- El alcalde de Kiev, Vladímir Makéyenko, abandonó hoy el gobernante Partido de las Regiones (PR) en repulsa por el estallido de un nuevo brote de violencia en la capital ucraniana, que ha dejado ya, al menos, 12 manifestantes y tres policías muertos.
"Mi prioridad es salvar las vidas de los ucranianos. Ni un solo oligarca, ni un solo político ha muerto", afirmó Makéyenko en un mensaje colgado en la página web del Ayuntamiento.
"Yo, como jefe de la Administración de Kiev, me dedico a sepultar a decenas de gente normal. La vida humana debe ser el valor supremo en nuestro Estado", añadió.
"Cumpliré mis funciones de jefe de la Administración de Kiev mientras confíe en mí el pueblo ucraniano. No hay poder que valga vidas humanas", señaló, desmintiendo así que se proponga dimitir del cargo.
Además, llamó a los diputados a colocarse como "escudo humano""entre los ciudadanos de Ucrania uniformados y los ciudadanos de Ucrania de civil".
Algunos representantes del PR acusaron hoy al alcalde de traición por dar la espalda al partido del presidente, Víktor Yanukóvich, en medio de los disturbios que estallaron el martes en la capital y se han propagado al oeste del país.
El partido nacionalista Svoboda (Libertad) denunció que las fuerzas de seguridad fueron los iniciadores de la ruptura de la tregua al abrir fuego a las 08.00 hora local (06.00 GMT) contra los congregados en la plaza de la Independencia (Maidán).
La prensa local informó y publicó imágenes sobre la presencia de francotiradores en varios de los edificios oficiales del centro de la capital ucraniana y también de efectivos de seguridad con fusiles de asalto Kaláshnikov.
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