El cómic erótico, un género en peligro de extinción

  • Pilar Martín.

Pilar Martín.

Madrid, 1 abr.- El cómic erótico, género que en la Transición española y la posterior década de los 80 vivió un "boom" editorial, es en la actualidad una temática de escaso interés en nuestro país, tanto para las editoriales como para los propios autores.

"El cómic erótico actualmente es casi inexistente", explica a Efe Antonio Altarriba, novelista, ensayista, guionista de cómics y ganador del Premio Nacional del Cómic en 2010 con "El arte de volar".

Esta escasez se debe, en su opinión, al "rechazo" a ciertas temáticas dentro del mundo del cómic porque "en estos momentos España está inmersa en la necesidad de prestigiar al cómic y hacer cosas que tengan una cierta transcendencia".

Según el guionista, en España hace falta "vivir con una cierta normalidad" el prestigio actual que goza el cómic y así se podrá abordar la temática del erotismo porque en el cómic "cabe cualquier tema".

"En la Transición no estábamos acostumbrados al cómic erótico y a finales de los 70 hubo una explosión y empezó a llegar todo lo que se publicaba en Francia e Italia", puntualiza un representante de la editorial Astiberri, que acaba de publicar el cuarto volumen de las aventuras de la gata "Omaha" con motivo de 25 aniversario del nacimiento de este sensual personaje que llegó desde Estados Unidos.

En concreto, fue a partir de 1962 cuando en EEUU se le da un giro al cómic convencional y se introduce la temática sexual, que era algo muy marginal en este mundo de las viñetas.

Vampirella y Lucifera, bajo una temática de terror, fueron de los primeros cómics eróticos que llegaron a nuestro país, con sus protagonistas derrochando erotismo bajo el pretexto de personajes terroríficos, malignos, pero que en realidad eran, según Altarriba, "chicas muy malas" con gran carga provocadora en sus posturas y acciones.

En estos años 80 también fue fundamental la revista "El Víbora", que dirigió durante casi tres décadas Josep Maria Berenguer, quien eligió como mascarón de proa el cómic "Anacorma", nombre del personaje creado por el ilustrador Nazario.

"El Víbora" también dio a conocer a la figura de María, una prostituta de Barcelona, que contaba sus experiencias en "María la Nuit", de Alfredo Pons.

"No se puede entender el cómic de esos años sin la figura de Nazario, quien reivindica de manera muy potente el elemento erótico y el erotismo homosexual", ha dicho Altarriba.

La inspiración de estos personajes, hasta entonces impensables en España, llegaba de las dos corrientes que confluían fuera de nuestras fronteras: el "underground" estadounidense y Francia.

"Con el 'underground' el sexo entra con fuerza como un elemento de liberación y provocación, pero también de reflexión sobre la propia identidad", ha explicado Altarriba, para quien la primera referencia de cómic autobiográfico con esta temática es "Binky Brown conoce a la Virgen María", de Justin Green.

En Francia, la musa era "Barbarella", que, a partir también de 1962, genera una pequeña revolución en el mundo del cómic por ser una protagonista femenina que no sólo toma la iniciativa en las aventuras sino que también lidera de manera "desinhibida" pasajes con notas sexuales sin muchos prejuicios, según Altarriba.

"Barbarella", adelantándose a su tiempo, elegía como pareja de "juegos" a un robot.

La sociedad avanzaba y el cómic erótico fue adelgazando su producción, pero las editoriales siguieron sorprendiendo con publicaciones transgresoras como "Claro que si", una revista especializada en el erotismo gay que fue publicada a finales de los años 90 por la editorial "La Cúpula".

"Cuando esta editorial cerró sus publicaciones eróticas quedó un hueco editorial que ninguna otra ha venido a rellenar", afirma Altarriba.

De esta misma década es "Pequeñas y viciosas", una tira de adolescentes sin prejuicios en la que, bajo la firma "Mónica y Beatriz", se escondía el actor y director Santiago Segura.

Aunque en la actualidad ser autor de cómic erótico no asegura el éxito del que goza Segura en el cine, "apostar por un cómic erótico de calidad", como ha precisado Altarriba, es uno de los caminos para que este género vuelva a retomar el éxito pasado.

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