El congreso rechaza desarrollar un plan de prevención del “síndrome del militar quemado”


El Congreso de los Diputados rechazó este miércoles con los votos del PP desarrollar un plan para prevenir, detectar y tratar el “síndrome del quemado” o ‘burnout’ en los miembros de las Fuerzas Armadas.
La Comisión de Defensa rechazó con 16 votos a favor, 23 en contra y una abstención la proposición no de ley presentada por UPyD en la que se instaba al Gobierno a poner en marcha, en el plazo de tres meses, un estudio riguroso y sistemático del “síndrome del quemado” o ‘burnout’, que permitiese desarrollar las medidas adecuadas para prevenir, detectar y tratar este trastorno u otros similares en los miembros de las Fuerzas Armadas.
En ese sentido, la diputada de UPyD Irene Lozano subrayó que este tipo de síndrome provoca “desequilibrios mentales profundos”, que redundan negativamente en las relaciones de los militares que participan en misiones internacionales con sus cónyuges e hijos.
Del mismo modo, recordó que los casos de acoso en la carrera militar, “especialmente entre las mujeres”, no están siendo “suficientemente atendidos”, con la consiguiente merma en el apartado psicológico.
Por su parte, la diputada socialista Isabel Rodríguez manifestó que la UE considera este tipo de síndromes como uno de los “riesgos más emergentes dentro de la salud laboral”, un riesgo que, a su juicio, se acentúa durante el ejercicio de las misiones internacionales.
Por último, el diputado popular Mariano Pérez-Hickman ironizó con el hecho de que “¿cómo es posible que se afirme que existen numerosos militares afectados por este síndrome si a la vez se dice que no hay estudios rigurosos sobre la materia?”, lo que le valió para censurar a Lozano que presentara su propuesta basándose en un artículo publicado en una revista científica en 2010 apoyado en experiencias vividas por ejércitos extranjeros.
Por esa razón, reivindicó, en relación con los casos de acoso denunciados por la parlamentaria de la formación magenta, que “el acoso entre compañeros es residual y está desde hace tiempo controlado”.

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