El dolor cambia con el tiempo

    • Los posibles cambios meteorológicos pueden ser interpretados en zonas muy específicas del organismo en forma de dolor.
    • Al caer la presión atmosférica, los tejidos en el organismo se expanden y si se trata de un lugar donde puede existir cierto grado de inflamación se podría generar cierto dolor.
Dr. Antonio López Farré/Director Científico de Teinteresa

Desde estas páginas de salud en lainformacion.com hemos pensado hablarles hoy queridos lectores sobre biometeorología. No piensen ustedes que se han equivocado de sección o que nosotros las hemos mezclado. Quizás algunos piensen que vamos a comenzar a hablarles del cambio climático o recordar algunos consejos de nuestro querido D. Mariano Medina, a quien quizás los lectores más jóvenes recuerden menos, pero que para las personas nacidos alrededor de los años 50 y 60 conocíamos como el hombre del tiempo. No querido lectores, no nos hemos equivocado. La biometereología es, podíamos definir como, "nueva ciencia" que intenta relacionar y estudiar efectos del clima sobre la salud.

Seguro que muchos de ustedes alguna vez han oído, me duele tal hueso, mañana llueve o la cicatriz de tal operación me tira un poco, va a cambiar el tiempo. Eso significa que esa es meteorosensible. Es decir los posibles cambios meteorológicos pueden ser interpretados en zonas muy específicas del organismo en forma de dolor. No crean que les estamos hablando de un fenómeno extraño que se da en muy pocas personas. Según los expertos de estos temas casi un tercio de la población es meteorosensible.

¿Cuales son las causas que hacen que algunas personas, bien por dolor en sus articulaciones o en cicatrices quirúrgicas pueden predecir un cambio en el tiempo atmosférico?. Parece ser que una de las causas podría ser la reducción de la presión atmosférica. Una bajada de la presión atmosférica (presión que ejerce el aire sobre la tierra) suele preceder la llegada de un mal tiempo. Al caer la presión atmosférica, los tejidos en el organismo se expanden y si se trata de un lugar donde puede existir cierto grado de inflamación, como podría ser un fractura o una herida quirúrgica relativamente reciente, se podría generar cierto dolor.

En relación a los cambios de presión, debemos contarles que el cuerpo humano tiene una serie de receptores, que se llaman baroreceptores, que son unas terminaciones nerviosas sensibles a los cambios en la presión sanguínea, y que se localizan en los vasos sanguíneos y muy espacialmente en la zona en donde la aorta sale del corazón que tiene una forma de cayado de bastón y por eso se llama cayado aórtico. Estos receptores son sensibles a los cambios en la presión arterial y actúan para normalizarla. Por ejemplo, cuando estamos tumbados y nos levantamos bruscamente, gracias a los baroreceptores controlamos rápidamente la presión arterial. Al estar tumbados un tiempo y levantarnos, la presión arterial cae bruscamente. Entonces, gracia a los baroreceptores, y mediante un reflejo conocido como reflejo baroreceptor, rápidamente la presión arterial se acomoda y no cambia la llegada de oxígeno al cerebro durante esta maniobra de posicionamiento del organismo. Si no existiera este mecanismo compensador de la presión arterial según la posición de nuestro cuerpo, en solo 5 segundos sufriríamos una reducción de la llegada de oxígeno al cerebro (conocida como hipoxia cerebral) que haría que una persona se desmayase al levantarse. Al parecer, estos receptores de presión también responden cuando hay cambios en la presión atmosférica emitiendo señales al cerebro relacionados a veces con dolor.

Los cambios de temperatura también afectan a las personas que sufren migrañas. Se ha intentado buscar muchas explicaciones sobre este fenómeno. Una de las más frecuentes es que los cambios bruscos de temperatura afectan a la vasculatura, es decir a los vasos sanguíneos, y principalmente a las arterias que con el tiempo van perdiendo elasticidad. Otra explicación es que los cambios de temperatura afectan al estado de ánimo, y por lo tanto se reduce la liberación de un neurotransmisor que se llama serotonina. El aumento de serotonina en los circuitos nerviosos produce sensación de bienestar y relajación. Cuando los niveles de serotonina disminuyen, los vasos sanguíneos se dilatan, es decir sería como si se hincharan. La hinchazón de los vasos sanguíneos puede causar dolor.

En la era de las comunicaciones no podía ser ajena a la biometeorología. Como ejemplo, hay páginas webs que además de indicar la temperatura de los próximos días, publican incluso mapas de posibilidad de riesgo de dolores en diferentes ciudades según el tiempo atmosféricos. Incluso hemos leído que el servicio meteorológico alemán ofrece información también a los hospitales, sobre riesgo de mayor dolor para personas con artritis según los cambios climáticos.

Dice la historia que Hipócrates (460-370antes de Jesucristo) ya decía "el viento Austro entorpece los oídos, oscurece la vista, carga la cabeza y deja el cuerpo lánguido y perezoso".

Las Calendas es una forma peculiar de predecir el tiempo en la zona de León. Parece que las calendas pueden pronosticar cómo será el tiempo que hará durante los meses del año siguiente al actual, basándose en como hayan sido unos días determinados antes de Navidad o posteriores al día de San Esteban, el 26 de diciembre. En Galicia se llaman Témporas. De la palabra calenda parece que viene el término calendario.

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