El Ejército colombiano desmiente actividades ilícitas en fachada de espionaje

  • El Ejército de Colombia dijo hoy que una fachada usada por sus servicios de inteligencia en Bogotá, desde donde supuestamente se espió a políticos y funcionarios del Estado, se creó de manera "legal" y allí "no realizaron actividades ilícitas".

Bogotá, 14 feb.- El Ejército de Colombia dijo hoy que una fachada usada por sus servicios de inteligencia en Bogotá, desde donde supuestamente se espió a políticos y funcionarios del Estado, se creó de manera "legal" y allí "no realizaron actividades ilícitas".

Esa es una de las conclusiones de un informe leído este viernes por el inspector del Ejército, general Ernesto Maldonado, sobre las investigaciones de ese caso que generó un escándalo nacional al revelarse que entre los supuestamente espiados están miembros del equipo negociador del Gobierno colombiano con las FARC en Cuba.

Según el general Maldonado, en la investigación se realizaron diez entrevistas y 22 pruebas de "credibilidad y confiabilidad" y el personal indagado ratificó "que en ningún momento adelantaron interceptaciones de comunicaciones".

Maldonado añadió que los involucrados aseguraron que en la fachada, un restaurante llamado "Buggly Hacker" en un populoso sector de Bogotá, "no realizaron actividades ilícitas", pero dijo que cabe a la Fiscalía, la Procuraduría (Ministerio Público) y la Justicia Penal Militar, que investigan el caso, "evaluar la veracidad de esas manifestaciones".

"Para el funcionamiento de la fachada se utilizaron rubros (recursos) que están autorizados por la ley, respaldados en la normatividad legal vigente y se encuentran con los debidos soportes", señala el comunicado leído.

El tema de espionaje salió a la luz el pasado 4 de febrero cuando la revista Semana reveló que un grupo de militares, exmilitares y expertos en informática supuestamente espiaron desde una central clandestina de Bogotá a personalidades políticas.

Entre las personas presuntamente espiadas estarían el jefe negociador del Gobierno con las FARC, Humberto de la Calle, y el alto comisionado de Paz, Sergio Jaramillo, además del director de la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR), Alejandro Eder.

El espionaje también habría alcanzado a líderes de izquierda y a un numeroso grupo de periodistas colombianos y extranjeros que cubren el diálogo de paz del Gobierno con las FARC, según reveló el pasado domingo la cadena de televisión Univisión.

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ha reiterado que las fachadas de inteligencia son legales y necesarias para la seguridad del Estado pero ha pedido que se investigue "hasta el último rincón" para determinar si en esas operaciones se cometieron ilícitos.

Según el general Maldonado, cuando la Fiscalía culmine los análisis de equipos informáticos incautados en el local usado como fachada, esa entidad "podrá determinar si fueron empleados en actividades ilícitas de interceptación".

Señala, además, que durante la inspección se concluyó que se presentaron "errores de procedimiento y de contrainteligencia" en el manejo de la fachada para proteger el secreto de la operación.

El inspector militar dijo que para "darle mayor transparencia a las investigaciones recomendó al comandante del Ejército, general Juan Pablo Rodríguez, relevar de sus cargos a seis funcionarios que participaron directamente en la operación.

Por este caso ya fueron "relevados" de sus cargos el jefe de Inteligencia del Ejército, general Mauricio Ricardo Zúñiga, y el director de la Central de Inteligencia Técnica de ese cuerpo, general Óscar Zuluaga.

Maldonado recomendó igualmente ordenar revisiones mensuales a todas las unidades de inteligencia y contrainteligencia para garantizar que las actividades que cumplen sean ajustadas a la ley.

El jefe militar sugirió además que se pida apoyo a autoridades internacionales y gobiernos amigos para elevar los estándares de control en las operaciones de inteligencia, en particular en contra del ciberterrorismo.

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