Estambul, 2 ene.- El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Turquía ha interpuesto una denuncia contra las supuestas manipulaciones en dos macrojuicios en los que el año pasado un gran número de mandos militares fueron encarcelados por participar en conjuras golpistas, informa hoy el diario turco "Hürriyet".
El abogado del Ejército, Haluk Peksen, confirmó al citado diario que el Estado Mayor interpuso la denuncia ante la fiscalía el 27 de diciembre pasado, después de que el propio gobierno hablase de una "conspiración" judicial para encarcelar a los militares.
Yalçin Akdogan, uno de los asesores más cercanos del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, había señalado días antes en la prensa que "todo el mundo sabe quiénes han conspirado contra el Ejército de su nación, contra los servicios secretos, contra la banca nacional y el gobierno civil".
No aclaró quiénes son, pero en el contexto de las acusaciones de Erdogan contra "bandas" que "ocultan su actividad tras una fachada religiosa" para crear "un Estado paralelo", nadie duda de que se refería a los seguidores del predicador islamista exiliado Fethullah Gülen, a los que se les atribuye una importante influencia en la Judicatura y la Policía.
La alianza entre Gülen y el Partido Justicia y Desarrollo (AKP), igualmente islamista y en el poder desde 2002, permitió erosionar el papel del Ejército como garante supremo de la Constitución turca y afianzar el mando civil sobre el castrense.
Pero en los últimos meses, lo que parece una lucha abierta de poder ha convertido a la red religiosa en la 'bestia negra' del AKP, que ahora le achaca la responsabilidad en los macrojuicios 'Ergenekon' y 'Balyoz' (Maza), poco populares entre grandes sectores de la sociedad, por supuestamente fabricar pruebas contra los uniformados.
Las sentencias, pronunciadas en agosto pasado, llevaron a la cárcel, en numerosos casos a perpetuidad, a muchas decenas de personas, entre altos mandos militares, intelectuales y periodistas, todos acusados de conspirar para derrocar al gobierno de Erdogan.
Uno de los condenados, el exjefe del Estado Mayor Ilker Basbug, ha interpuesto una solicitud de puesta en libertad, basándose en las declaraciones de Erdogan que, a su juicio, demostrarían su inocencia.
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