El ex dirigente etarra Sagarzazu, en el banquillo junto a Goitia y Sansebastián

  • París.- El Tribunal de lo Criminal de París juzga a partir de mañana a Ramón Sagarzazu como ex dirigente etarra y a dos de sus subalternos, Oier Goitia y Bernard Sansebastián, junto a los que fue arrestado en mayo de 2005 en el sur de Francia.

El ex dirigente etarra Sagarzazu, en el banquillo junto a Goitia y Sansebastián
El ex dirigente etarra Sagarzazu, en el banquillo junto a Goitia y Sansebastián

París.- El Tribunal de lo Criminal de París juzga a partir de mañana a Ramón Sagarzazu como ex dirigente etarra y a dos de sus subalternos, Oier Goitia y Bernard Sansebastián, junto a los que fue arrestado en mayo de 2005 en el sur de Francia.

Sagarzazu Gaztelumendi debe responder en este proceso, programado hasta el próximo día 28, en particular de la acusación de haberse hecho cargo desde el verano de 2004 de la logística de ETA sin dejar de tener un papel de representación política de la banda terrorista.

Esa relevancia política la pusieron en evidencia elementos que se le incautaron al ser arrestado el 23 de mayo de 2005 en un piso franco de Romans sur Isère, en concreto, un documento que había redactado una semana antes sobre una reunión en la que había participado con mediadores y un representante del Gobierno español para preparar negociaciones.

Los jueces franceses deberán examinar las pruebas de que este hombre de 45 años -detenido en 1986 por primera vez por su implicación etarra en el País Vasco francés-, dirigía desde 2003 a un grupo de al menos una docena de miembros de la banda -con Goitia como adjunto- que operaba en el terreno político e internacional, pero también en el logístico.

Entre esas pruebas está el dinero (más de 11.000 euros y cientos de miles de bolívares) que se encontró en Romans sur Isère y en el piso de Rodez, que él mismo había alquilado en febrero de 2005 y ocupaba solo y sobre el que se sustenta la acusación de receptación de fondos recibidos a sabiendas de que procedían de la extorsión de empresarios por ETA, del "impuesto revolucionario".

Por si fuera poco, el apartamento de Rodez escondía documentación de la estructura de falsificación de la banda y mensajes personales de etarras que se supone que Sagarzazu estaba encargado de distribuir como jefe de una estructura transversal.

Esas responsabilidades también aparecían en los archivos requisados en octubre de 2004 al detener en el suroeste de Francia al jefe del aparato militar, Mikel Albisu, y a su compañera que estaba al frente de las finanzas, Maria Soledad Iparraguirre.

Albisu e Iparraguirre detallaban -entre los cambios en la estructura de la jerarquía de ETA para cubrir las vacantes por las oleadas de arrestos que la organización había sufrido entre finales de 2003 y 2004- el paso de Sagarzazu del aparato internacional al logístico, cambio que tuvo su reflejo en la contabilidad.

Goitia, que según los investigadores le hizo de lugarteniente, llevaba mucho tiempo en el aparato logístico donde se dedicaba a buscar pisos francos y, sobre todo, a comprar materiales electrónicos para fabricar artefactos explosivos.

Aunque es el más joven de los tres que comparecen ante el Tribunal de lo Criminal de París (35 años), la policía española lo sitúa ya en el año 2000 en el comando "Barauahuste" que operó en la región de Madrid.

La justicia francesa ha dado su visto bueno -una vez que salde las cuentas que con ella tiene pendientes- para su entrega a España en virtud de dos euro-órdenes, una por detención de armas y explosivos para cometer atentados y otra por la colocación de cinco artefactos explosivos en gasolineras de Madrid el 2 de diciembre de 2004, que causaron cinco heridos y cuantiosos daños materiales.

Sansebastián, el único de los tres de nacionalidad francesa y con un largo historial en ETA a sus 59 años -que incluye dos condenas en 1997 y en 2009 a seis años de cárcel cada una-, se ocupaba en particular de alquilar pisos y garajes para la banda.

Según los investigadores, aprovechando su conocimiento de la lengua y la sociedad francesa, fue él quien se ocupó de los trámites para alquilar en febrero de 2005 el piso de Romans sur Isère, pero también un garaje cercano en el que además de un coche robado escondían 250 kilos de nitrato amónico utilizado para el explosivo conocido como amonal.

Sansebastián había alquilado en febrero de 2003 la casa de Brive la Gaillarde (centro) en la que había vivido con Goitia anteriormente, pero igualmente un dúplex en septiembre de 2003 en Limoges (centro) y un estudio en Cahors en enero de 2005 que servía para albergar a miembros de diversas estructuras o a nuevos reclutas de ETA.

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