El exdirectivo español de JPMorgan Chase se niega a ser extraditado a EEUU

  • El español Javier Martín-Artajo Rueda, exdirectivo del banco JPMorgan Chase reclamado por EEUU por ocultar pérdidas de más de 6.000 millones de dólares en sus operaciones financieras en Londres, quedó en libertad tras prestar declaración en la Audiencia Nacional española y se negó a ser extraditado.

Madrid, 27 ago.- El español Javier Martín-Artajo Rueda, exdirectivo del banco JPMorgan Chase reclamado por EEUU por ocultar pérdidas de más de 6.000 millones de dólares en sus operaciones financieras en Londres, quedó en libertad tras prestar declaración en la Audiencia Nacional española y se negó a ser extraditado.

Martín-Artajo fue trasladado ante el juez de la Audiencia, Santiago Pedraz, desde las dependencias policiales donde se entregó hoy después de que se le localizara en su casa de Madrid al existir una orden internacional de detención sobre él dictada por EEUU.

El juez le dejó en libertad, pero le prohibió salir del territorio y le obligó a comparecer cada quince días, en espera de que EEUU inicie los trámites para solicitar su extradición, informaron fuentes jurídicas.

Martín-Artajo, de 49 años y exsupervisor de la estrategia de inversiones de la oficina de JPMorgan en Londres, fue acusado formalmente por la Fiscalía Federal de Estados Unidos junto con el francés Julien Grout ,un operador de 35 años- de fraude, falsificación de documentos bancarios y contribución a documentos oficiales falsos.

Según las mismas fuentes, el español aportó al juez dos documentos, uno de ellos una fotocopia de la declaración ante la Fiscalía de EEUU del corredor de JPMorgan Chase Bruno Iksil, conocido como la "Ballena de Londres", quien llegó a un acuerdo con la justicia estadounidense para que le levantaran los cargos a cambio de cooperar en el caso.

Iksil supuestamente implicó en su comparecencia a Martín-Artajo.

También entregó una serie de documentos, en concreto justificantes de propiedades en España, en los que pretende justificar su arraigo en este país.

Durante su declaración afirmó que se niega a ser extraditado, aunque en realidad eso lo tendrá que decir una vez EEUU formalice la petición de entrega, para lo cual tiene un plazo de cuarenta días.

A partir de ese momento, en el caso de que confirme que no quiere ser entregado, la Sala de lo Penal de la Audiencia celebrará una vista en la que la Fiscalía española y las autoridades estadounidenses expondrán sus puntos de vista sobre la entrega.

En caso de ser declarado culpable de todos los cargos, podría ser condenado en EEUU a un máximo de 65 años de cárcel, cinco por conspiración y veinte por cada una de las otras acusaciones, así como a una sanción económica que podría totalizar el doble de las pérdidas generadas.

Según la prensa estadounidense, Martín-Artajo residía en las afueras de Londres pero se encontraba de vacaciones cuando, hace dos semanas, Estados Unidos le reclamó. Fue cesado del banco en agosto de 2012.

El acta de acusación de la Fiscalía estadounidense explica que, a principios de 2012, cuando las operaciones de productos derivados comenzaron a acumular pérdidas importantes, Martín-Artajo ordenó a Grout e Iskil que no las divulgaran salvo que pudieran atribuirse a algún acontecimiento específico del mercado (como la bancarrota de una compañía).

Las cuentas maquilladas acabaron integradas en el informe financiero trimestral del banco y también en los registros de la Comisión del Mercado de Valores (SEC), que ha presentado por su parte cargos civiles contra Martín-Artajo y Grout. Las pérdidas por estas operaciones totalizaron más de 6.000 millones de dólares.

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