El Fiscal advierte que una absolución pondría en peligro "la paz social"

  • Barcelona.- La fiscal del "caso Tous" ha advertido hoy al jurado popular que si absuelve a Lluís Corominas por actuar en legítima defensa abrirá "una puerta un tanto peligrosa para la paz social", tras recordarles que en España, "por suerte", no existe pena de muerte.

Barcelona.- La fiscal del "caso Tous" ha advertido hoy al jurado popular que si absuelve a Lluís Corominas por actuar en legítima defensa abrirá "una puerta un tanto peligrosa para la paz social", tras recordarles que en España, "por suerte", no existe pena de muerte.

En sus informes finales ante el jurado popular que juzga al yerno de los Tous por matar de un disparo a un presunto ladrón -en diciembre de 2006-, que se han prolongado más de tres horas, la fiscal Teresa Duarto ha concluido que en este juicio se han enfrentado dos delitos, el de la propiedad y el de la vida, por más que la defensa plantee que Corominas disparó para repeler una agresión inminente.

Frente a esa tesitura, Duarto ha alertado al tribunal de que si acaba aceptando que el acusado mató al presunto asaltante defendiéndose, "se abrirá una puerta un tanto peligrosa para la paz social", y le ha pedido que se limite a juzgar al Corominas por los hechos, "no por ser quién es".

Parafraseando al Tribunal Supremo (TS), Duarto ha recordado que, de acuerdo con la legalidad, no hay necesidad para el ejercicio de la violencia privada, ya que quien tiene el monopolio de la misma es la policía.

"Corominas eligió el ejercicio privado de la defensa frente al ejercicio legítimo", que, en su opinión, habría sido aguardar la actuación de los Mossos d'Esquadra frente a los asaltantes que, presuntamente, habían intentado entrar a robar en el chalé de sus suegros.

Para la fiscal, cuando Corominas disparó contra los dos presuntos ladrones matando a uno de ellos no lo hizo para defenderse de un eventual ataque, sino que actuó de forma "persistente y pertinaz" para impedir que se escaparan, que no "volvieran a salirse con la suya".

En opinión de Teresa Duarto, el acusado se erigió en "protector" de su familia y asumió esa función "hasta las últimas consecuencias", aunque su actuación tuvo "un coste muy alto, la vida de una persona".

La acusadora pública ha reprochado a Corominas que haya "mentido" al cambiar de versión en sus distintas declaraciones y que haya intentado "construirse" una legítima defensa, "pertrechado en esa figura de jefe de seguridad que él se había creado" y sintiéndose seguro por las "especiales reuniones" que mantenía con los jefes de la comisaría de los Mossos d'Esquadra en Manresa.

Sin embargo, para la fiscal, en este caso no había ninguna necesidad de defensa. "La defensa más fácil -ha apuntado- habría sido apretar el acelerador de su Mercedes y salir corriendo, pero se tomó la molestia de coger la pistola y disparar dos veces".

En ese sentido, Duarto ha recordado que para que exista legítima defensa debe existir una agresión previa o un riesgo inminente de padecerla y ha apelado al Convenio Europeo de Derechos Humanos, que mantiene que, en ningún caso, la defensa de una propiedad puede justificar la muerte de un ser humano.

La fiscal ha descartado que, como mantiene la defensa, Corominas actuara atenazado por un "miedo insuperable" que le llevó a disparar y prueba de ello es, a su parecer, su comportamiento antes, durante y después del homicidio, cuando tuvo "una actuación policial, perfecta, de libro".

El ministerio público ha justificado ante el jurado popular que no aprecie como una atenuante de peso los 150.000 euros que Corominas entregó a la familia de la víctima -pese a que ella misma se basa en esa circunstancia para suavizar mínimamente su petición de condena-, porque, ha añadido, el procesado tiene suficientes recursos económicos, y, de hecho, le costó sólo tres días reunir esa elevada cantidad.

Por su parte, el abogado de la acusación particular ejercida por la familia de la víctima ha admitido hoy que el fallecido "no era ningún ángel" y podía estar preparando un robo cuando murió, pero ha advertido que "nadie puede tomarse la justicia por su mano", ni los que tienen recursos para pagarse una seguridad privada.

El letrado Josep Riba ha apelado a la reacción que habría tenido "un hombre medio" en la situación de Corominas y ha apuntado que lo más lógico habría sido protegerse y esperar a la policía, nunca exponerse al riesgo e ir en busca de los supuestos asaltantes.

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