Berlín, 24 mar.- El fiscal federal alemán, Harald Range, se mostró hoy escéptico acerca de las posibilidades de prohibir al ultraderechista Partido Nacional Democrático (NPD) y advirtió de que no hay vínculos más que puntuales entre esa formación y la célula neonazi responsable de los asesinatos en serie de nueve inmigrantes.
Las investigaciones en curso muestran que entre el NPD y la llamada Clandestinidad Nacionalsocialista (NSU) hay "coincidencias personales", pero no una "ayuda estructural o financiera", indicó Range al dominical "Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung".
Por tanto, será dificultoso apuntalar en eso una nueva petición de ilegalización como la que estudia el Gobierno de Angela Merkel tras la alarma desatada al revelarse la existencia de esa célula neonazi, autora del asesinato de nueve inmigrantes y una policía.
Los ministros de Interior del Gobierno federal y de los Länder acordaron esta semana prescindir al menos parcialmente de sus confidentes en las filas del NPD, después de que en 2003 fracasara la primera petición de ilegalización al Tribunal Constitucional por estar apuntalada en pruebas recabadas por estas fuentes.
La solicitud estuvo entonces respaldada por el Gobierno y el Parlamento federal y su fracaso se consideró un revés para las fuerzas democráticas que, además, envalentonó a la ultraderecha.
La iniciativa para lanzar ahora una segunda demanda surgió tras la detección, tardía y fortuita, del grupo NSU, que entre 2000 y 2010 perpetró al menos diez asesinatos en total impunidad y alternándolos con atracos a bancos que les reportaron unos 660.000 euros, según estimaciones del fiscal Range.
El descubrimiento de la banda se hizo a partir del suicidio de dos miembros del grupo, a lo que siguió la explosión de la vivienda que compartían con una mujer, desde entonces en prisión preventiva.
En las semanas siguientes se produjeron varias detenciones de cómplices, algunos de ellos vinculados al NPD, lo que dejó en entredicho la acción policial frente a unos asesinatos que se habían atribuido a ajustes de cuentas o a familiares de las víctimas.
Merkel calificó entonces lo ocurrido de "vergüenza para Alemania" y advirtió de que debían estudiarse "con todo detenimiento" las posibilidades de éxito de un nuevo proceso.
El NPD es el principal aglutinante de los ambientes neonazis, con unos 10.000 militantes en el país.
Como el resto de formaciones ultraderechistas alemanas, no tiene escaños en el Parlamento federal (Bundestag), pero sí en algunos parlamentos regionales de los "Länder" y en algunos ayuntamientos, lo que le reporta la mitad de sus ingresos.
Junto al NPD y la Unión del Pueblo Alemán (DVU), la segunda gran formación de ese espectro, en el país hay unas 200 "camaraderías" u organizaciones locales, con un total de 25.000 militantes catalogados como potencialmente violentos.
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