El forense revela restos óseos esparcidos y mezclados en nichos deteriorados

  • Madrid.- El informe forense sobre el estado de los enterramientos en el Valle de los Caídos dibuja un panorama desolador, con columbarios de madera fracturados y restos óseos esparcidos y mezclados que hacen que la inmensa mayoría de las identificaciones entrañe una "complejidad extrema".

El forense revela restos óseos esparcidos y mezclados en nichos deteriorados
El forense revela restos óseos esparcidos y mezclados en nichos deteriorados

Madrid.- El informe forense sobre el estado de los enterramientos en el Valle de los Caídos dibuja un panorama desolador, con columbarios de madera fracturados y restos óseos esparcidos y mezclados que hacen que la inmensa mayoría de las identificaciones entrañe una "complejidad extrema".

Así se explica en la página web sobre la memoria histórica abierta hoy por el Gobierno.

El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, presentará hoy los resultados de este informe a varios representantes de familiares de víctimas de la Guerra Civil para explicarles, como ayer avanzó el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, que será "prácticamente imposible" identificar los restos.

Los primeros columbarios (depósitos de madera para almacenar restos óseos correspondientes a diferentes individuos) llegaron a la basílica en 1959, tras finalizar la construcción del monumento, y el último registro de ingreso corresponde a 1983.

De los libros de registro se desprende que hay 33.847 individuos, pero no se han consignado los movimientos que ha habido entre las capillas y criptas a pesar de que hay constancia documental de al menos uno de ellos, efectuado en 1990 tras detectarse humedades en la cripta del Santísimo.

Según los registros, los columbarios deberían situarse en cinco capillas de la nave central, con tres niveles de almacenamiento cada una y con un acceso cerrado por un tabique, y en dos criptas alojadas a ambos lados del altar mayor, con cinco pisos cada una y también cerradas.

Pero la exploración realizada por el forense no ha encontrado restos en la capilla de Nuestra Señora de la Merced, donde se esperaban 72 columbarios, y en la de la Virgen de Loreto, que en principio no debía contener nada, se hallaron "gran cantidad de columbarios, completamente fracturados, con dispersión de los restos y mezcla de los mismos".

Dado que la mayoría de los depósitos de madera han perdido las etiquetas identificativas, el forense ve "casi imposible" relacionar su contenido con la información de los libros de registro y advierte además de que muchos de los columbarios han dejado salir al exterior su contenido al deteriorarse por el paso del tiempo y la humedad.

"La identificación individual de los restos óseos depositados en las criptas y capillas queda casi imposibilitada dado el estado de los columbarios observados y el esparcimiento de los restos", resume en el informe.

Su inspección no ha podido tampoco ser completa.

En las criptas se accede a los depósitos por una escalera situada al lado de la capilla, y se entra a cada uno de los cinco niveles desde los descansillos de esa escalera.

Pero al retirar el material de obra que cerraba los tres últimos niveles de la cripta del Sepulcro, no se pudo acceder al interior al estar obstruida la entrada por los propios columbarios, que formaban un muro.

Según el informe, en cuatro de las cinco capillas y en las dos criptas la identificación de los restos sería de una "complejidad extrema", dado el elevado número de individuos, la ausencia de etiquetado en los columbarios y el "elevado riesgo técnico" de extraerlos.

Sólo en una capilla, la de la Virgen del Carmen, el forense rebaja esa complejidad, aunque seguiría siendo "alta", y estima que el estudio antropológico de los restos resultaría "difícil" por el elevado número de individuos que podrían estar allí enterrados: 1.076.

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