Madrid, 16 ene.- El Gobierno ha condenado hoy el "execrable" ataque contra la Universidad de Alepo, en el que murieron 83 personas, en una nota en la que responsabiliza al presidente sirio del "baño de sangre en el país" e insta al Consejo de Seguridad de la ONU "a asumir sus responsabilidades" en Siria.
En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores subraya que el hecho de que el ataque se haya dirigido "contra una institución académica y sus jóvenes estudiantes suscita especial repulsa".
El Gobierno insta a las partes en conflicto a iniciar un proceso de diálogo "cuanto antes" que ponga fin a la violencia y recalca que el presidente sirio, Bachar el Assad, no participe en este proceso "por su persistente política represiva" que está provocando la situación en Siria y por ser el "principal responsable" del "baño de sangre" que vive el país.
Por último, el Ejecutivo apoya la labor del Enviado Especial de la ONU y de la Liga Árabe, Lakhdar Brahimi, para lograr un consenso en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, al que España "insta a asumir sus responsabilidades en esta crisis".
Al menos, 83 personas murieron ayer por el ataque del régimen sirio contra la Universidad de la ciudad de Alepo, en el norte del país, en su primer día de exámenes, según informó el Observatorio sirio de Derechos Humanos.
El campus fue escenario de dos explosiones que mataron a 83 personas y causaron heridas a 150 más, aunque la cifra de fallecidos podría elevarse en las próximas horas debido a la gravedad que presentan decenas de heridos, según esta fuente.
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