El Gobierno kirguís teme una revuelta de partidarios del derrocado presidente

  • Moscú.- El Gobierno de Kirguizistán teme una revuelta de partidarios del expresidente Kurmanbek Bakíev con ocasión del primer aniversario de su derrocamiento, advirtió hoy el primer ministro. Almazbek Atambáyev.

El Gobierno kirguís teme una revuelta de partidarios del derrocado presidente
El Gobierno kirguís teme una revuelta de partidarios del derrocado presidente

Moscú.- El Gobierno de Kirguizistán teme una revuelta de partidarios del expresidente Kurmanbek Bakíev con ocasión del primer aniversario de su derrocamiento, advirtió hoy el primer ministro. Almazbek Atambáyev.

"Después del 10 de abril los partidarios de Bakíev intentarán tomarse la revancha en Kirguizistán", afirmó Atambáyev, uno de los líderes de la revolución del 7 de abril de 2010, citado por las agencias rusas.

Atambáyev teme que Bakíev, exiliado en Bielorrusia, aproveche los actos conmemorativos por el aniversario de la revolución para "intentar recuperar el poder".

"El antiguo presidente y su hijo menor (Maxim) están detrás de muchos políticos, diputados y organizaciones criminales", apuntó.

El primer ministro culpó a Bakíev y sus seguidores de ser los principales responsables de los violentos enfrentamientos entre kirguises y uzbekos ocurridos en junio en ese país y en los que murieron varios centenares de personas.

"Para mí el 7 de abril es comparable al 9 de mayo (Día de la Victoria sobre la Alemania nazi), una fiesta con lágrimas en los ojos, ya que los partidarios de Bakíev, igual que los fascistas, nos querían convertir en esclavos", apuntó.

El actual Gobierno kirguís incluye al partido nacionalista Ata-Zhurt (Patria), que fue creado por varios ministros de Bakíev y fue el ganador de las elecciones parlamentarios de octubre pasado.

Bakíev, que asumió el poder tras la Revolución de los Tulipanes de marzo de 2005, fue derrocado en abril del pasado año en una violenta revuelta dirigida por la actual presidente interina, Rosa Otunbáyeva.

Kirguizistán retomó la senda democrática en octubre pasado con unas elecciones legislativas tras la que el país limítrofe con China se convirtió en la primera república parlamentaria de Asia Central.

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