El Gobierno necesitará de auténtica ingeniería para que el Congreso apoye su plan de recortes

Si ya fue duro para Zapatero tener que anunciar el que muchos califican como el mayor recorte social de la democracia española, al presidente del Gobierno le queda otro ‘mal trago’: la convalidación en el Congreso del decreto ley que recogerá las medidas que avanzó el pasado miércoles. Hoy por hoy casi todos los grupos parlamentarios rechazan el plan de recortes.

La congelación de las pensiones es el tema que más ampollas levanta entre los grupos, pero también hay otros como las medidas para reducir el gasto farmacéutico –que rechaza CiU– o las medidas relacionadas con Dependencia –que no gustan a ERC–. Sin embargo, ninguna formación política quiere adelantar el sentido de su voto cuando el decreto se debata en el Congreso, algo que podría ocurrir en las próximas semanas.Prefieren esperar a ver qué sale del Consejo de Ministros del próximo juevesy qué forma se le da finalmente.

Y es que en los últimos días se están barajando muchas posibilidades respecto a qué forma legal dará el Gobierno al plan de recortes anunciado por Zapatero: si serán dos decretos ley en vez de uno, si se traerán al Congreso las medidas troceadas para que se puedan votar por separado o si, incluso, no se incluyan las pensiones en el decreto que se aprobaría el jueves ya que la congelación no será efectiva hasta 2011. Esta última posibilidad cada vez suena con más fuerza.

“Todo dependerá de la letra pequeña” del decreto-ley, ha dicho Josep Antoni Duran i Lleida, portavoz de CiU en el Congreso cuando se le preguntaba sobre su apoyo a las medidas del Gobierno. Josu Erkoreka, portavoz del PNV, defiende que su formación no decidirá si respalda la convalidación del decreto ley hasta no “verlo negro sobre blanco”. El PP también prefiere esperar mientras que los grupos de izquierda (IU-ICV o ERC) rechazan de plano los recortes.

CiU abre la puerta a una amplia abstención

La pelota está en el tejado de CiU y PNV. Estas dos formaciones han sido el principal apoyo del Gobierno de Zapatero en esta legislatura, pero ahora se les plantea un serio dilema. Las elecciones catalanas y las municipales y autonómicas están a la vuelta de la esquina. Apoyar estos recortes puede tener un serio castigo en las urnas. Pero ante el rechazo de la izquierda, si alguna de estas dos formaciones no le apoyan, el Gobierno podría quedarse sólo con su plan y eso tendría un serio efecto en la opinión pública y en las Bolsas.

Votar en contra el decreto-ley sería incongruente con el objetivo en el que sí todos están de acuerdo: la necesidad de reducir el déficit público. Por ello, la sombra de la abstención planea sobre el Congreso y es la opción por la que de podrían decantar CiU, PNV e incluso el PP.

Duran i Lleida ha anunciado esta mañana que por ahora su formación se inclina por la abstención. El PNV no ha sido tan explícito, pero sí tienen claro que no serán el único grupo que apoye la convalidación del decreto. El Gobierno necesita sólo de mayoría simple para sacarlo adelante, es decir que quizás sólo con los votos del Grupo Socialista podría valerle. Pero sacar adelante un plan de tanto calado con la abstención de la mayoría de la Cámara Baja le dejaría en entredicho.

PSOE: "Tendremos la mayoría suficiente"

En el PSOE no se plantean este escenario. Según su portavoz en el Congreso, José Antonio Alonso, “no tenemos dudas de que vamos a sacar adelante estas medidas” y de que van a hacerlo con “la mayoría suficiente”. El portavoz del Grupo Socialista ha vuelto a apelar a la “responsabilidad” de todas las fuerzas políticas ante un plan de medidas “que se enmarcan dentro de una cocertación de todos los países de la UE”.

Precisamente hoy, una delegación del Fondo Monetario Internacional (FMI) se ha reunido con los portavoces parlamentarios y les ha instado a buscar el "mayor consenso" posible para sacar adelante las medidas anunciadas por Zapatero.

El tiempo puede ser un factor que juegue a favor del Gobierno. Aún no está claro si el decreto-ley llegará al Congreso la semana que viene o a mediados de junio. Todo dependerá del propio Ejecutivo, pero si no lo manda al Pleno del próximo jueves su convalidación tendrá que esperar al 10 de junio, ya que en la primera semana del mes que viene no hay sesión plenaria.De esta forma, todas las partes tendrían más tiempo para negociar y ver si es posible alcanzar un consenso ahora inexistente.