El Govern se suma a la marcha independentista para presionar por pacto fiscal

Barcelona, 9 sep.- La práctica totalidad de miembros del Govern que preside Artur Mas acudirá a la marcha independentista convocada en Barcelona para la Diada del 11 de septiembre, con el convencimiento de que un éxito de convocatoria permitiría afrontar con mayor solidez la negociación del pacto fiscal.

La marcha, bajo el lema "Cataluña, próximo Estado de Europa", ha sido convocada por la plataforma Asamblea Nacional Catalana (ANC), surgida tras la campaña de consultas soberanistas en numerosos municipios de Cataluña, iniciada en 2009 en Arenys de Munt.

Mas ha preferido no asistir, pese a sentirse "anímicamente" al lado de quienes acudan, pero casi todos sus consellers -incluida la vicepresidenta del Govern, Joana Ortega, de Unió- sí piensan estar; oficialmente no lo hacen para avalar las tesis independentistas, sino para exigir el pacto fiscal para Cataluña.

A las puertas de iniciarse en Madrid las conversaciones sobre el pacto fiscal con la reunión del día 20 entre Mariano Rajoy y Artur Mas, el ejecutivo catalán vislumbró una oportunidad para exhibir músculo en la calle y poder acudir a la mesa de negociación con mayor energía para plantear sus reivindicaciones.

Un eventual pinchazo de asistencia a la manifestación dejaría al Govern en una posición de debilidad ante Rajoy; si la marcha es un éxito, Mas querrá esgrimir que la propuesta catalana de pacto fiscal es la última oportunidad para recomponer la relación entre Cataluña y el resto del Estado, antes de entrar en "terreno desconocido", con el porcentaje de independentistas en progresiva expansión, según argumentan fuentes de la federación nacionalista.

CiU, por un lado, está movilizando a toda su militancia para que acuda a la cita, aunque trata de relativizar el signo soberanista de la manifestación y está poniendo el acento en la reclamación del pacto fiscal, una estrategia que ha soliviantado a la ANC.

Aunque el ala más soberanista de CiU, entre ellos el secretario general de Convergència, Oriol Pujol, ha dicho que no le "estorba" el lema escogido por los convocantes, otros, como el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, se han apuntado a última hora y por sorpresa a la manifestación, tras considerar que ya no es estrictamente independentista.

El PPC ha tachado de "hipócrita" la actitud de Duran, por sumarse a la marcha de la ANC y a la vez presumir de "moderado".

La presidenta del PPC, Alícia Sánchez-Camacho, ha acusado a CiU de "hacer el juego a los independentistas" y ha calificado de "gravísima irresponsabilidad" la asistencia de consellers del gobierno catalán a la marcha.

Por su parte, el PSC se ha desmarcado de una manifestación que ve "excluyente", aunque su dirección no pondrá reparos a que dirigentes como Montserrat Tura, Àngel Ros, Marina Geli o Ernest Maragall, identificados con la corriente más catalanista, sí acudan.

Precisamente la previsión de que asista gente de muy variadas sensibilidades del espectro catalanista hace pronosticar a muchos dirigentes políticos que la marcha será multitudinaria.

La ANC ha fletado ya más de 1.000 autocares en toda Cataluña, cifra a la que hay que añadir los vehículos que están contratando otras entidades y partidos.