El juicio a la cúpula del Jemer Rojo arrancó 3 décadas después del genocidio

  • El tribunal internacional de Camboya comenzó a juzgar a los dirigentes que formaron parte de la cúpula del Jemer Rojo más de tres décadas después de la caída de su régimen y causar hasta 2,2 millones de muertos.

Phnom Penh, 2 dic.- El tribunal internacional de Camboya comenzó a juzgar a los dirigentes que formaron parte de la cúpula del Jemer Rojo más de tres décadas después de la caída de su régimen y causar hasta 2,2 millones de muertos.

Estos tres destacados miembros de la organización radical que hoy son octogenarios y casi unos desconocidos para la última generación camboyana, están acusados de crímenes contra la Humanidad, crímenes de guerra, genocidio y otras atrocidades cometidas durante esos 45 meses que rigieron el país, desde abril de 1975 a enero de 1979.

El juicio de Nuon Chea, considerado el ideólogo del Jemer Rojo; Khieu Samphan, jefe de Estado durante el régimen, y Ieng Sary, su ministro de Asuntos Exteriores, es el principal caso del tribunal auspiciado por Naciones Unidas al que se ha dotado de un presupuesto superior a los 170 millones de dólares con el fin de que entierre el terrible pasado de este país indochino.

Los tres fueron detenidos a mediados de 2007 en distintos lugares de Camboya y desde entonces permanecen encarcelados a raíz de que el tribunal rechazara sus recursos de apelación contra su arresto que sostienes es ilegal.

Cada uno de los acusados ha insistido en su inocencia, antes y durante el juicio que arrancó el pasado 21 de noviembre con la ausencia de Ieng Thirith, esposa de Ieng Sary y ministra de Asuntos Sociales del régimen, a quien el tribunal declaró incapacitada para ser juzgada por padecer de alzheimer.

"Aunque el Jemer Rojo cometió los crímenes hace más de un cuarto de siglo, el dolor que causaron continúa enquistado en gran parte de la sociedad", apunta Ou Virak, presidente del Centro Camboyano para los Derechos Humanos.

A pesar de que los jefes del Jemer Rojo están siendo juzgados, muchos miles de aquellos que fueron sus subordinados conviven con la gente de la que abusaron y nunca tendrán que afrontar el peso de la justicia.

La primera fase del juicio, que se prevé durará varios años y cuya evolución dependerá del estado de salud de los acusados, se centrará en las deportaciones masivas desde las ciudades hacia el campo que supusieron la muerte de decenas de miles de personas por extenuación, hambruna y enfermedades, así como los crímenes contra la Humanidad relacionados con estos.

El máximo líder del Jemer Rojo, Pol Pot, murió en 1998 sin haber sido juzgado, al igual que ha ocurrido con otros destacados dirigentes como Son Sen, su mano derecha y ministro de Defensa, y Ta Mok, destacado jefe militar apodado "El carnicero"

Hasta el momento, sólo ha sido juzgado y condenado Kaing Guev Eav, conocido por "Duch" y quien dirigió el centro de detención y torturas S-21, en el que unas 16.000 personas murieron en la misma cárcel o en los campos de exterminio de Choeung Ek, a las afueras de Phnom Penh.

Duch fue condenado a 35 años de prisión en julio de 2010, aunque después fue reducida a 19 años, pena contra la que ha presentado una apelación que recibirá respuesta el próximo febrero.

Según algunos expertos, los testimonios de los tres acusados pueden comprometer al actual primer ministro camboyano, Hun Sen, y a varios destacados miembros de su Gobierno, que desempeñaron cargos en el Jemer Rojo hasta que desertaron para unirse a las fuerzas vietnamitas invadieron Camboya para deponer al régimen.

El Gobierno de Hun Sen se ha mostrado reacio a aportar pruebas e información sobre los crímenes del Jemer Rojo, y hasta ha prohibido declarar a algunos altos cargos cuyo testimonio fue solicitado por los jueces

El juicio a los cabecillas del Jemer Rojo comenzó con acusaciones de la fiscalía, que recordó casos concretos sobre los matrimonios forzados o las torturas y asesinatos cometidos en cerca de 200 centros de seguridad.

También los tres miembros de la cúpula fueron acusado en las primeras vistas de "planear" una sistemática campaña para eliminar a las minorías de origen vietnamita y chan de religión musulmana.

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