El líder de Sharia4Belgium se ausenta de macrojuicio contra 46 yihadistas

  • El tribunal correccional de Amberes (norte) celebró hoy su segunda jornada de un macroproceso contra 46 yihadistas del movimiento radical Sharia4Belgium con la ausencia de su líder, Fuad Belkacem, a quien se considera responsable de reclutar a jóvenes para luchar en Siria e Irak.

Bruselas, 30 sep.- El tribunal correccional de Amberes (norte) celebró hoy su segunda jornada de un macroproceso contra 46 yihadistas del movimiento radical Sharia4Belgium con la ausencia de su líder, Fuad Belkacem, a quien se considera responsable de reclutar a jóvenes para luchar en Siria e Irak.

La Fiscalía federal belga pidió para Belkacem una pena de 15 años de prisión y una multa de 30.000 euros, el máximo para los cargos que se le imputan, mientras que para 15 de los considerados como cabecillas se solicitan penas de cárcel de 8 a 15 años y multas hasta ese mismo montante, y para los demás prisión de 12 meses a diez años.

"Tiene sus motivos, pero su ausencia no es una falta de respeto hacia el tribunal", señaló a la prensa uno de sus abogados, John Maes, para justificar la ausencia de Belkacem, que fuera el portavoz y fundador de ese grupo extremista disuelto hace dos años y que quería implantar la "sharia" (ley islámica) en Bélgica.

Solo seis de los 46 enjuiciados se presentaron hoy ante el tribunal, que juzga a la mayoría en ausencia porque de todos ellos nueve habrían muerto y otros 29 seguirían en Siria, vinculados a las actividades del grupo yihadista Estado Islámico (EI) que actúa en ese país y en Irak.

La Fiscalía describió, antes de pedir las penas, el papel desempeñado por los miembros de ese grupo extremista, que captaba a jóvenes belgas para que fueran a combatir a Siria, después de que el lunes hiciese lo mismo con los líderes de la organización.

Entre los acusados que se presentaron este martes ante el juez figuran los jóvenes Jejoen Bontinck y Michaël Delefortrie, que se convirtieron al islam para sumarse al movimiento de combatientes en Siria y fueron supuestamente captados para ello por Belkacem.

A otro de los abogados de la defensa, Abderrahim Lahlali, el tribunal le prohibió su presencia en la sala por haber realizado este lunes declaraciones en una emisión de la radio televisión pública flamenca VRT cuando lo tenía prohibido.

Las autoridades belgas han diseñado un perímetro de seguridad en torno al Palacio de Justicia de Amberes, y quienes acceden a su interior, incluidos los abogados,deben pasar por un detector de metales, además del control de identidad.

La portavoz de la Policía, Veerle De Vries, ha señalado que este es el "mayor proceso por terrorismo nunca celebrado en Amberes y puede que en Bélgica".

La parte civil y los abogados de la defensa se expresarán ante el tribunal correccional de Amberes el 8 de octubre próximo.

Este proceso, que coincide con la decisión del Gobierno de Bélgica de sumarse a la coalición internacional contra el EI en Irak y Siria, afecta a la participación de ciudadanos belgas en actividades con extremistas musulmanes en esos dos países.

Belkacem, de 32 años, es el fundador de ese grupo radical islámico que surgió en 2010 y se disolvió en 2012, y del que fue su portavoz, y uno de sus principales cabecillas junto con el encargado de sus finanzas, Hicham Bechaib, quien estaría en Siria.

Para la Fiscalía federal, Belkacem y Bechaib, entre otros, son responsables de haber inducido a participar en el movimiento yihadista a jóvenes de Malinas, Amberes o Vilvorde y de haberles asistido para lograrlo.

En la primera jornada del macroproceso, informa el diario Le Soir, uno de los acusados, Delafortrie, defendió a Belkacem señalando que no era el responsable de las salidas de jóvenes belgas para combatir en Siria y alegó que en ese país se encontró con otros belgas que no conocía.

Esa declaración contradice las de otros miembros de la organización que apuntan a Belkacem en ese papel como líder del grupo, y que el lunes fue interpelado por la madre de otro de los enjuiciados, Brian De Mulder, quien acusó al salafista de haber arruinado la vida de todas las familias de los encausados.

Bontinck, de 19 años, se ha presentado como víctima del grupo, pero la Fiscalía federal lo acusa de pertenencia a organización terrorista, del que le considera como uno de sus integrantes de su núcleo de poder.

Educado en una familia católica y después convertido al islam, el joven indicó haber viajado a Siria como voluntario y afirma haberse escapado de los yihadistas porque le consideraban un espía.

Para Bontinck, uno de los principales testigos de la Fiscalía, ésta pidió una pena de cuatro años de prisión y una multa de hasta 6.000 euros.

Según Bontinck, mientras estuvo secuestrado en Siria, compartió durante algún tiempo la célula en la que también estaban retenidos el estadounidense James Foley y el británico John Cantlie, asesinados por los yihadistas del Estado Islámico.

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