El ministro de Defensa israelí abandona el Partido Laborista y funda su grupo

  • Jerusalén.- El ministro israelí de Defensa y actual líder del Partido Laborista, Ehud Barak, anunció hoy que abandona esa formación para crear un nuevo partido con el que poder seguir en el Gobierno sin recibir constantes críticas a su liderazgo.

El ministro de Defensa israelí abandona el Partido Laborista y funda su grupo
El ministro de Defensa israelí abandona el Partido Laborista y funda su grupo

Jerusalén.- El ministro israelí de Defensa y actual líder del Partido Laborista, Ehud Barak, anunció hoy que abandona esa formación para crear un nuevo partido con el que poder seguir en el Gobierno sin recibir constantes críticas a su liderazgo.

Barak anunció de forma sorpresiva su decisión en una comparecencia de prensa en el Parlamento israelí (Kneset) acompañado por cuatro diputados laboristas que lo seguirán en esta nueva aventura política, que en principio, parece no socavar la estabilidad del Ejecutivo del primer ministro, Benjamín Netanyahu.

"Hemos solicitado a la Comisión del Parlamento la formación de una nueva facción que recibirá el nombre de Independencia (...) Un partido centrista, sionista y democrático", anunció Barak en la comparecencia ante la prensa en la que no aceptó preguntas.

Acompañado por los cuatro correligionarios, Matan Vilaní, Shalom Simhon, Einat Wilf y Orit Noked, Barak precisó que la nueva formación tratará de rescatar el espíritu del partido precursor del laborismo, el Mapai del histórico dirigente David Ben Gurión, aludiendo a su carácter más pragmático.

"Nuestro orden del día será primero el Estado, luego el partido, luego la comunicación y finalmente nosotros", declaró el ministro israelí, que animó a los que piensen como él a sumarse a la nueva formación que tendrá por misión defender "todo lo que sea bueno y correcto para Israel".

Barak dio a conocer su decisión tras haber solicitado en una carta a la Comisión de la Kneset el poder salir del Partido Laborista para crear uno nuevo.

De momento, se desconoce el impacto que tendrá la medida en la coalición de gobierno que encabeza Netanyahu, aunque parece reforzar la línea más dura del Gobierno israelí mayoritariamente derechista y donde los cinco ministros laboristas eran las voces más a la izquierda.

Barak habría coordinado su decisión con el primer ministro, según avanzaron los medios locales, extremo que parece verse reforzado en el hecho de que el partido conservador Likud, que lidera Netanyahu, ha instruido a sus miembros para apoyar la medida.

Cuarta formación política de Israel con 13 diputados de los 120 escaños que integran el Parlamento, el Partido Laborista es miembro de la Internacional Socialista y vive desde hace años sumido en las disputas internas que mantenían la formación en constante peligro quiebra.

El titular de Defensa probablemente permanecerá en el Gobierno junto a sus seguidores, aunque los ocho diputados laboristas restantes pueden retirar su apoyo al Ejecutivo.

Esto dejaría a Netanyahu con el apoyo de 66 parlamentarios, una exigua mayoría aunque monocorde en cuanto al proceso de paz con los palestinos.

El Partido Laborista era la voz más disonante en una coalición dominada por partidos ultra-conservadores, nacionalistas y religiosos, reacios a hacer concesiones a los palestinos.

Con su decisión, Barak pretende virar hacia el centro y desquitarse de sus detractores en el seno del laborismo, que le acusan de haber conducido el partido de forma personalista, dejado a un lado sus ideales y no haber impulsado suficientemente el proceso de paz.

El viceministro de Defensa Vilaní, uno de los que han decido acompañar a Barak en su nueva andadura, manifestó que el incipiente partido impulsará los intentos por retomar la negociación con los palestinos, estancada desde el mes de septiembre.

Esa paralización, a la que se llegó tras aprobar Netanyahu la reanudación de la construcción en los asentamientos judíos de Cisjordania, llevó a un importante número de laboristas a pedir a Barak que abandonara el Gobierno.

Uno de ellos, Daniel Ben-Simon, dejó el partido la semana pasada para protestar por esa decisión, mientras que el que fuera dirigente laborista, Amir Peretz, se ha pasado al opositor partido de centro Kadima.

Los laboristas, que gobernaron las tres primeras décadas de la historia del Estado de Israel, obtuvieron liderados por Barak el peor resultado de su historia en las elecciones de 2009.

Considerado la "cara amable" del actual Gobierno y recibido como interlocutor en la esfera internacional, sobre todo en Washington, Barak se desenmascara hoy como un político más preocupado por la seguridad y mantener la sintonía con Netanyahu, que con el proceso de paz que siempre ha asegurado defender, según algunos analistas.

Daniela Brik

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