El obispo de alcalá de henares crea un servicio de asistencia pastoral a víctimas de abusos sexuales


El Obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla, ha anunciado la creación de un Servicio de Asistencia Pastoral a las posibles víctimas de abusos sexuales, sus familias y comunidades de la diócesis.
Dicho servicio estará vinculado al Centro de Orientación Familiar (COF) 'Regina Familiae' de la diócesis y, sin excluir otras ayudas "buenas y necesarias", el COF prestará el apoyo sistemático de tipo "espiritual, psicológico y jurídico" que pudiera ser necesario en los casos de abuso.
Así lo ha anunciado Reig Pla a través de una carta dirigida a toda la diócesis (desde sacerdotes, a familias y educadores), a quienes pide que la distibuyan "con la máxima amplitud". En ella, también anuncia que ha impulsado un portal específico sobre abusos sexuales a menores y "adultos vulnerables" ('www.obispadoalcala.org/abusos.html') y que organizará jornadas que impartirá "un especialista en la materia" para formar en asuntos de abusos sexuales a sacerdotes, laicos y seminaristas.
El prelado, que pide que "nadie manipule" sus palabras "generalizando" sus afirmaciones, matiza que la carta se refiere "exclusivamente a algunas cosas que acontecen, en algunas ocasiones, en la Iglesia". No obstante, aborda el asunto ampliamente y desde diversas perspectivas, partiendo de la premisa de que no hay que reducir los abusos sexuales "al ámbito de la moral privada", pues "son atentados contra el prójimo, pero también contra Dios y contra la comunidad".
Por ello, denuncia que algunos casos de "poder despótico" y "clericalismo" muestran la corrupción de la autoridad de los ministros de la Iglesia, lo que "tiene mucho que ver con los abusos", así como "la programada deconstrucción de la antropología adecuada".
EDUCACIÓN SEXUAL Y HOMOSEXUALES
Reig Pla también llama a vivir la castidad, pues sin ella "las relaciones se convierten siempre en relaciones de poder, en manipulación del otro -cosificándolo- para los propios intereses". Remitiéndose a las enseñanzas de la Ilgesia, sostiene que "es muy importante impedir, como exige la Iglesia, la ordenación de candidatos con atracción sexual hacia el mismo sexo" y que hay que promover "una auténtica educación afectivo-sexual".
Con ella se contrarrestará, añade, "el relativismo moral que se deriva de la revolución antropológica y sexual propiciada por la gobernanza global o el Nuevo Orden Mundial", un poder "inteligente" que "en nombre de la libertad, consigue crear adictos y esclavos del consumo también sexual".
"Los abusos y acosos sexuales jamás deben ser valorados desde el número de casos; una sola víctima es ya demasiado, es una atrocidad", escribe, remitiéndose a los protocolos de actuación de la Iglesia en España frente a estos casos.
"Los protocolos son necesarios para hacer las cosas bien y dar seguridad moral y jurídica a todas las partes implicadas. Sin embargo, como indica el Santo Padre, es necesario seguir profundizando en todo lo que afecta a los abusos (educación, formación, divulgación, prevención, reparación, etc.), y muy particularmente en lo referido al acompañamiento a las víctimas en todos los aspectos (pastoral, psicológico, médico, jurídico, etc.)", afirma.
NO OCULTAR LOS CASOS
El obispo de Alcalá de Henares también se opone a que la Iglesia caiga en la tentación de silenciar estos casos. "El escándalo no consiste en que se conozca la verdad y se haga justicia, sino en que sucedan tan abominables hechos", dice, por lo que "es necesario estar en alerta".
"Siempre hay quien encuentra una razón de apariencia piadosa, como nos ha advertido el Papa Francisco (evitar el supuesto escándalo, etc.), para sugerir el ocultamiento de la verdad a quienes tienen el derecho o la obligación de conocerla", prosigue.
A continuación sostiene que la Iglesia "debe agradecer" el trabajo "bien hecho" de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, fiscales y jueces que descubren a los clérigos que cometen abusos y agradece a los medios de comunicación que, "con medios legítimos y verazmente, informan o hacen trabajo de investigación para descubrir a los agresores, evitando siempre la desinformación, la calumnia y la difamación". Y matiza: "Naturalmente, deben quedar a salvo el principio de presunción de inocencia y el derecho a la intimidad de las víctimas".
ENEMIGOS DE LA IGLESIA
Dirigiéndose a las víctimas, les expresa su agradecimiento por informar "del horror que han sufrido, y sufren, por los abusos de algunos eclesiásticos". "No hay que caer en el error, propio del clericalismo, de pensar y afirmar que quienes hacen públicas -con legitimidad y verdad- las miserias que se dan en el interior de la Iglesia son enemigos de la misma, ¡al contrario!: ¡Ayudan a la Iglesia a purificarse! Diré más, a veces, incluso aquellos que tienen a la Iglesia por enemiga, pueden ser instrumentos en las manos de Dios para acrisolarnos".
En el documento, el responsable de la diócesis complutense también apunta las medidas preventivas que cree "necesarias". Éstas pasan por "la diligente selección" de los formadores de los seminarios y noviciados y candidatos a la vida religiosa y otros fieles, como catequistas y profesores de religión así como "impedir" la ordenación "de personas no aptas" e impedir "cualquier red o estructura de corrupción intraeclesial". Por todo ello Reig Pla propone crear programas educativos de prevención y preparar un código de conducta para el personal de la Iglesia.
Finalmente, Juan Antonio Reig Pla también dedica varias líneas a las redes que en el seno de la Iglesia se retroalimentan para mantenerse poderosas mientras siguen provocando víctimas. En este sentido, explica que deben ser controladas, porque el clericalismo "implica entre otros muchos aspectos, pensar, categorizar y tratar a los fieles cristianos laicos como la 'infra-clase' de los 'no-clérigos'".

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