El Parlamento iraquí aprueba el plan anticorrupción del gobierno

  • El Parlamento iraquí aprobó el martes por unanimidad un plan de reformas impulsado por el primer ministro, Haider al Abadi, para luchar contra la corrupción y mejorar la mala calidad de los servicios públicos, problemas que han levantado una ola de protestas en el país.

El plan "fue aprobado por unanimidad", afirmó el presidente del Parlamento, Salim al Juburi, tras la votación, efectuada sin debate justo después de la lectura del texto.

Al Abadi propuso el domingo una serie de medidas para combatir la corrupción, reestructurar el gobierno y mejorar la red de servicios públicos, tras semanas de protestas que hicieron pronunciarse, en línea con los manifestantes, al gran ayatolá Alí al Sistani, máxima autoridad religiosa chiita del país.

A la sesión asistieron 297 de los 328 diputados, según Al Juburi, que el lunes llamó a los parlamentarios a avalar las medidas ya aprobadas por el gabinete gubernamental. Asimismo, pidió al primer ministro que destituya a los miembros de su gobierno corruptos o negligentes.

El Parlamento también aprobó un segundo plan con medidas complementarias y la sesión terminó poco más de 30 minutos después de su inicio.

La aprobación del paquete de reformas anticorrupción es una victoria para Al Abadi, pero la cuestión que se plantea ahora es cómo se implementarán las medidas y si los políticos no tratarán de frustrarlas.

"Todos los políticos iraquíes apoyan oficialmente las reformas y la lucha contra la corrupción, pero todos están inmersos en ella", señaló Zaid al Ali, analista y autor de "The Struggle For Iraq's Future" ("La Lucha por el futuro de Irak", no traducido al español).

"Tienen que decir que apoyan la reforma, pero trabajarán en contra de ella", aseveró.

Los manifestantes claman contra la pobre calidad de los servicios públicos, especialmente de la electricidad. Los cortes eléctricos dejan sin luz a los iraquíes varias horas diarias, en medio de una ola de calor que eleva las temperaturas por encima de los 50ºC.

Miles de personas han protestado en Bagdad y otras ciudades del sur de Irak de mayoría chiita (la confesión del primer ministro) en las últimas semanas, para mostrar su indignación a las autoridades y presionarlas para que hagan cambios de calado.

No es la primera vez que se producen protestas por los servicios públicos. Sin embargo, en esta ocasión han logrado provocar una reacción en las autoridades, en parte porque sus demandas recibieron el viernes el espaldarazo de Ali al Sistani.

La máxima autoridad religiosa chiita de Irak pidió directamente a Al Abadi que tomara "medidas drásticas" contra la corrupción, considerando que los "pasos menores" anunciados hasta la fecha no eran suficientes.

Dos días después, el primer ministro anunció el paquete de medidas aprobadas este martes, entre las que se incluye la eliminación de los puestos de vicepresidente y viceprimer ministro "inmediatamente". Al Abadi describió el martes ambos puestos como "una de las entradas de corrupción".

El plan también pretende acabar con las "cuotas políticas y sectarias" entre los altos responsables, y apuesta por aumentar la vigilancia contra la corrupción y la mejora de los servicios públicos.

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